"El Morro" García, un "viejo" conocido
Sobre fines del año pasado, cuando el muchacho del Complejo América apenas integraba la Quinta División fue presentado en sociedad por nuestro matutino tras convertir tres de los goles en la final del Campeonato Uruguayo frente a Danubio. De allí en más el juvenil delantero comenzó a ser más conocido, máxime cuando los tricolores decidieron incluirlo a último momento en la lista de buena fe de la Copa Libertadores.
Allá por los comienzos de la década del noventa, en sus primeras corridas por el barrio Colón, a parte de su familia no le gustaba que le dijeran «Negro» y así lo hicieron saber; fue entonces que las madres de sus amigos le comenzaron a decir «Morrocoyo» o «Morrongo», apelativos que derivaron en el «Morro» definitivo.
Los primeros colores que defendió fueron los del Libertad Washington en baby fútbol, hasta que comenzó a recorrer fugazmente las divisiones juveniles en Nacional. De la final de Quinta casi pasa de un solo paso al plantel de Primera, pero antes en enero fue cedido en préstamo a Juventud de Las Piedras para jugar un torneo en México y por ello no pudo realizar la pretemporada adecuadamente.
Poco después sufrió una lesión muscular que no le permitió siquiera alternar en el torneo local menos en la Libertadores y solamente fue titular en aquel partido que los tricolores disputaron en Artigas con ocasión de la inauguración del estadio de San Eugenio, el pasado 16 de abril (curiosamente, compartiendo el ataque con Sergio Blanco); después alternó algunas apariciones en Tercera.
Llegó a esta Liguilla con muy pocas posibilidades de jugar, ya que los titulares eran Richard Morales y Diego Vera y las primeras opciones de cambio de Pelusso eran Sergio Blanco y Alvaro Apólito, pero tras las bajas del plantel, en los últimos días «se puso las pilas» (según el gerente deportivo) y se ganó la confianza del técnico.
Ayer, con un gol, un pase largo magistral y un par de quites, se ganó a la hinchada.
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