"Pepe" Herrera, leyenda carbonera, debutó oficialmente en contra
Un verdadero símbolo de los aurinegros se enfrentó el domingo ante su ex equipo por primera vez en un partido oficial, luego de vestir en tantas jornadas gloriosas la casaca oro y negra. Solamente una vez, cuando jugaba en el Cagliari de Italia, José «Pepe» Herrera había jugado en contra de sus queridos colores, pero en forma amistosa, en ocasión de que los aurinegros estaban de gira por Europa.
El «Pepe» fue además protagonista del partido, con una de cal y otra de arena, ya que anotó el gol de Racing (de tiro penal), pero después perdió una pelota ante Martín García que derivó en el segundo tanto carbonero.
A propósito del tiro penal a favor de Racing, en el instante previo a ejecutarlo, Herrera le señaló a Elduayen su palo derecho, como que lo iba a rematar hacia ese lado. El arquero aurinegro, a su vez, le señaló su caño izquierdo, anunciando que se iba a jugar para ese sector, en ese juego de nervios y amagues que antecede a la pena capital.
Al final, el «Pepe» creyó en Elduayen y tiró hacia el caño derecho y convirtió el gol cervecero; a Federico lo mató la desconfianza, pues si le hubiera «creído» al ejecutante, se quedaba con el remate desde los doce pasos.
Cuando el balón tocó las redes, Herrera agachó la cabeza, se dio vuelta e inició el camino hacia la mitad de la cancha, sin gritar el gol, en señal de respeto a la camiseta y a la hinchada que tantas satisfacciones le dieron.
Las nuevas «pilchas» aurinegras debutaron con triunfo en su regreso al Estadio. Para la gente de Peñarol, volver a vestir nuevamente la indumentaria marca Umbro recuerda la obtención del último quinquenio, cuando esa empresa vestía a los carboneros.
La nueva camiseta, con más franjas que las anteriores, luce también cuello redondo (a la base, dirían los que saben de moda), y en la espalda un cuadrado amarillo, sobre el cual aparecen los números negros. Para los fanáticos es un amuleto y, al parecer, tienen razón, porque el día de su estreno volvieron a la punta del campeonato.
Varias ausencias sufrieron ambos equipos en la jornada dominguera; por el lado de los aurinegros, faltaron –además de los jugadores afectados a la Selección– José Enrique De Los Santos, que puede volver ante Rentistas en la próxima fecha, y Luis Romero, que va a ser preservado por el cuerpo técnico a raíz de tener cuatro tarjetas amarillas, y no quieren arriesgar una quinta que lo deje fuera del clásico. El que regresó fue Marcelo De Los Santos, que ingresó a falta de nueve minutos en la defensa de Ribas.
Por el lado de «La Academia», Pelusso no pudo contar con una de sus armas ofensivas más peligrosas, Ruben «Pocho» Acosta, a causa de un esguince de rodilla sufrido hace quince días, que lo dejó fuera del plantel justamente en compromisos en que su presencia era vital, ante Defensor y Peñarol. Otro delantero ausente en los albiverdes está volviendo lentamente luego de una rebelde lesión: se trata de Aníbal Ortega, que comenzó el Apertura del 99 a todo gol en la Segunda División Profesional, pero sufrió una doble fractura de tibia y peroné en el mes de julio. Cuando retomaba la actividad, en marzo de este año, volvió a sufrir la misma lesión. Hace 15 días recibió el alta médica, y ya está jugando algunos minutos en Tercera División.
Cuando Pablo Bengoechea convirtió el tercer tanto carbonero de tiro penal, poniendo distancias definitivas en el marcador, en el tablero de la Tribuna Colombes, cuando se anunció el autor del gol, en vez de aparecer el apellido del «Profesor», se pudo leer en el placar electrónico, como ya había pasado anteriormente, la leyenda «San Pablo».
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