Rusia podría quedar fuera de los Juegos Olímpicos por nuevos casos de dopaje
Un comité investigador encontró incoherencias en los datos recogidos por la agencia rusa antidopaje, lo que podría derivar en duras sanciones contra el deporte del país.
Rusia podría quedar fuera de los próximos Juegos Olímpicos y de todos los campeonatos mundiales durante los siguientes cuatro años debido a su renuencia a cooperar plenamente con una investigación de dopaje.
Esa fue la recomendación del Comité de Revisión de Cumplimiento (CRC) independiente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).
Si queda en firme, Rusia sería excluida de los Juegos Olímpicos de Tokio del año próximo y los Juegos de Invierno de Beijing 2022.
Los funcionarios de Rusia, incluidos el presidente, el secretario general, el CEO y cualquier miembro de la junta ejecutiva del Comité Olímpico Ruso, tampoco podrían aceptar en los eventos de esa envergadura.
Rusia puede protestar
El informe del CRC dice que la Agencia Antidopaje de Rusia (RUSADA) debería declararse no conforme después de que una investigación descubriera que los datos entregados de un laboratorio de Moscú no estaban completos ni eran completamente auténticos y algunos se demostraron estar contaminados.
Este es el más reciente episodio de esta saga de dopaje que involucra a entrenadores, médicos y funcionarios que se remontan a antes de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi 2014.
Aunque había rumores de un encubrimiento sistemático durante años, la verdadera escala del esquema ruso trascendió cuando Grigory Rodchenkov, el químico que pasó 10 años como jefe de laboratorio antidopaje de Rusia, huyó a los EE.UU. En 2015, diciendo que temía por su vida por todo lo que sabía.
Rodchenkov dice haber sido clave en las trampas hechas en Sochi, incluido el uso de esteroides y otras sustancias prohibidas. En lo que va de la investigación 14 atletas rusos y seis funcionarios ya fueron despojados de sus medallas.
El científico está ahora en el programa de protección de testigos de EE.UU., cuenta con una nueva identidad y vive escondido por el gobierno. Las pruebas aportadas por él y otras instancias llevadas a cabo durante la investigación lograron la prohibición parcial de Rusia en los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro y la prohibición total en los Juegos Olímpicos de Invierno en 2018 en Pyeongchang, Corea del Sur.
La AMA concluyó en 2016 que sus conclusiones dejaban claro que se estaba «más allá de la duda razonable» y que existía evidencia sustancial para asegurar que el Ministerio de Deportes de Rusia, así como el Servicio Federal de Seguridad, el laboratorio acreditado por la AMA en Moscú, «habían operado para proteger a lo atletas rusos que se doparon».
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