Suárez juega las semifinales de la FA Cup y quiere acumular otro título
El partido será un clásico ante el Everton en el estadio Wembley pero además tendrá el condimento de que el entrenador del Liverpool, Kenny Dalglish, estará bajo la lupa, porque viene de recibir "apoyo total" de sus jefes, luego de ser cuestionado.
Los dueños estadounidenses de Fenway Sports han respaldado a Dalglish pero el director del club, Damien Comolli, fue retirado del cargo. El presidente del club, Tom Werner, insistió en que Dalglish era el hombre para ese trabajo, después de que ha sido objeto de críticas en las últimas semanas, a raíz de una racha lamentable en la Premier League. «Tenemos una gran confianza en Kenny. Creemos que el equipo va a dar pasos en el futuro y que goza de todo nuestro apoyo” dijo a Liverpoolfc.tv.
El problema es que a este apoyo no se le suman actos de coherencia: el director de fútbol Comolli abandonó el club de «mutuo acuerdo » y dijo regresar a su Francia natal por razones familiares, al tiempo que Peter Brukner, jefe de Ciencia y Medicina del Deporte del club también vio la salida del club que lleva perdidos cinco de sus últimos seis partidos.
El Trabajo de Dalglish está asegurado pero la salida de sus compañeros lo somete a una mayor presión para honrar la confianza que la junta le dio, de cara a la semifinal en el estadio Wembley.
Liverpool irá con muchas ganas de superar a su rival porque lo tienta la posibilidad de ganar un segundo trofeo en esta temporada, después de ganar la Copa de la Liga en febrero.
El problema es que después de esa tanda de penales que terminó con la victoria sobre el Cardiff, Liverpool ha caído alarmantemente y ha perdido la clasificación para la próxima Liga de Campeones.
Tottenham Hotspur y el Chelsea jugarán la otra semifinal de la FA Cup en Wembley, el domingo.
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