Pablo Cuevas jugará en dobles. Felder y Bebu en singles.

El olor asado dominaba el ambiente en el Carrasco Lawn. Es que mientras se realizaba el sorteo de la Copa Davis que enfrentará a uruguayos y peruanos, en otro sector de club la parrilla estaba prendida para el almuerzo que luego tendría el equipo celeste, que asume el desafío con ganas, optimismo y seriedad. Hay convencimiento y hay mucho entrenamiento detrás.

El bolillero deparó que Bebu Cuevas, el hermano menor de Pablo, estrene la serie ante Beretta a partir de las 16:00. En un nuevo desafío para el tenista uruguayo que está en pleno crecimiento. «Las expectativas son las mejores. La idea es entrar a la cancha y dar lo mejor para el equipo y ganar el primer punto«, sostuvo la raqueta número tres del tenis nacional. Tras su presentación, saldrá al polvo de ladrillo del Lawn un hombre curtido en la materia: Felder. A la raqueta dos de Uruguay esta clase de partidos y la Davis le sabe bien. El número 239 del ranking ATP cerrará el programa de viernes ante Echazú.

Pablo jugará el dobles

Hasta el momento era una incertidumbre saber qué pasaría con Pablo Cuevas, el mejor tenista del momento en Uruguay. El salteño se recupera de una lesión que lo alejó durante 8 meses de las canchas y es arriesgado que se exponga a jugar partidos de cinco sets. Entonces, Cassarino, capitán del elenco uruguayo, finalmente decidió que el número uno estará en el encuentro de dobles fijado para el sábado a las 17:00. Su pareja será Felder y el binomio rival está compuesto por Beretta-Galdos. Pablo estuvo entrenando esta semana de manera intensa e hizo focos en la práctica de dobles para llegar de la mejor manera a la serie.

Para el domingo, también quedó definido el programa. Y será cruzado respecto al viernes. Es decir, Bebu va con Echazú y Felder enfrenta a Beretta. Será entonces un fin de semana interesante y diferente en el deporte local. Habrá buen tenis en el Lawn y  las entradas ya están a la venta en los locales Red Pagos. El costo es de $220.

La conferencia terminó, la parrilla llamó y los jugadores de Uruguay disfrutaron de un asado entre todo el cuerpo de trabajo. Hubo un brindis por el deseo de sortear con el éxito el obstáculo peruano en la Zona Americana. Ganas de triunfar, sobran.