Uruguay, el nuevo rey del fútbol sudamericano

(dpa) Pero la «Celeste» fue, sobre todo, la última selección en irse de Argentina. Volvió a cruzar el río como campeón.

Más de tres semanas después de aquel arribo en silencio, el 24 de julio, la selección dirigida por el «Maestro» Oscar Tabárez goleó 3-0 a Paraguay en la final. Los máximos favoritos, Argentina y Brasil, ya se habían despedido hacía una semana. Uruguay fue un campeón imprevisto.

Sin embargo, pese a lo inesperado de su consagración, Uruguay ratificó que, en los últimos años, está un puesto arriba que las dos potencias históricas de Sudamérica. Ya en el Mundial de Sudáfrica 2010, Brasil y Argentina quedaron eliminados en cuartos de final, mientras que Uruguay llegó un escalón más lejos: semifinales.

Y si alguien pensaba que lo del año anterior había sido casualidad, la Copa América 2011 demostró que la «Celeste» es la selección más confiable de Sudamérica. Argentina y Brasil, otra vez, quedaron afuera en cuartos de final. Y esta vez Uruguay subió dos escalones más: llegó a la final y la ganó.

«Ganamos porque los uruguayos no tenemos dos huevos, tenemos tres», graficó el delantero Luis Suárez, elegido el mejor jugador de la Copa y autor de cuatro goles, sólo superado en el torneo por el peruano Paolo Guerrero, con cinco.

Fue el décimo quinto éxito de Uruguay, que no salía campeón desde 1995. La vuelta olímpica en el Monumental, además, le sirvió para superar a Argentina en el primer puesto de títulos en el historial de la Copa América.

Suárez y Diego Forlán, los autores de los tres goles en la final, sólo fueron la punta del iceberg de un equipo indestructible. Fabián Muslera en el arco, Diego Lugano y el joven Sebastián Coates como marcadores centrales, y Egidio Arévalo Ríos y Diego Pérez en el centro del campo, entre otros jugadores, aportaron un sentido colectivo que les faltó a Brasil y Argentina.

Destaque global

Pero el fenómeno Uruguay en 2011 no se circunscribe a la selección mayor: la sub 20 se clasificó a los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y la sub 17 fue subcampeona del mundo. Peñarol, además, llegó a la final de la Copa Libertadores.

El proyecto integral está a cargo de Tabárez, un técnico cuyo apodo lo define: el Maestro. Sin embargo, el entrenador prefiere el perfil bajo y no se adjudica el derecho de propiedad.

«Yo no inventé nada. Sólo copié lo que hizo (José) Pekerman en Argentina», dijo Tabárez, en referencia al técnico que marcó una época al dirigir a los juveniles de la selección albiceleste entre 1994 y 2002.

Justamente, Argentina, y también Brasil, acentuaron su crisis. La Copa América marcó la despedida para Sergio Batista, el técnico argentino que nunca supo rodear a Lionel Messi. Neymar también pasó sin ruido. Todo fue de Uruguay.