Mundial de clubes: Messi reinó, Neymar faltó y Fossati sorprendió

Como se esperaba, la final midió a Barça y Santos, o lo que es lo mismo, a los campeones de Europa y Sudamérica, las dos potencias tradicionales de este deporte, pero el partido fue claramente para los españoles, que se impusieron 4-0 y confirmaron su superioridad.

El histórico Santos, el equipo del mítico Pelé, con el que se había proclamado campeón de la Copa Intercontinental en 1962 y 1963, quedaba así con sabor amargo, por haber estado tan cerca de volver a ser el rey del mundo.

El Barcelona, guiado por su estrella argentina Lionel Messi, que logró un doblete, no dio opción a los brasileños y conquistó el Mundial de Clubes por segunda vez en su historia, tras la experiencia de 2009 en Abu Dabi, la capital de Emiratos Árabes Unidos.

Europa reina en el mundo

Para Europa fue el quinto título en ocho ediciones del Mundial y han sido precisamente los cinco últimos, ya que se han ido encadenando las victorias del Milan 2007, la del Manchester United en 2008, la del Barcelona en 2009, la del Inter de Milán, hasta la nueva del equipo catalán, en este 2011.

Latinoamérica estaba representada en este Mundial por dos equipos, el Santos de Brasil y el Monterrey de México, pero ninguno de ellos quedó con buen sabor de boca.

El Santos pudo al menos ganar en semifinales al japonés Kashiwa Reysol (3-1), devolviendo a Sudamérica a la final tras la gran decepción de 2010, cuando por primera vez había quedado fuera del último partido, tras la caída del Inter de Porto Alegre brasileño ante el Mazembe congoleño (2-0) en semifinales.

En el duelo con el Barça, los campeones europeos demostraron ser muy superiores y el equipo de Neymar claudicó, sin poder dar a Brasil un torneo que no gana desde sus tres victorias en las tres primeras ediciones (Corinthians en 2000, Sao Paulo en 2005, Inter de Porto Alegre en 2006).

Especialmente negativa fue por su parte la participación del Monterrey, que no pudo pasar de los cuartos de final, al verse superado en los penales por el Kashiwa Reysol (4-3 tras empate 1-1), antes de lograr el triste consuelo de finalizar quinto, tras superar 3-2 al Esperance tunecino el miércoles.

Los Rayados no cumplieron las expectativas y México, el país con más participaciones -siete en ocho ediciones- volvió a irse con pena y sin gloria de un torneo donde su mejor resultado sigue siendo el tercer puesto del Necaxa en 2000, con lo que nunca ha accedido a la gran final.

En el podio

El Kashiwa Reysol y el Al Sadd catarí, que se enfrentaron este domingo en la lucha por el bronce, con victoria para los segundos por 5-3 en penales tras un empate 0-0, fueron las sorpresas agradables, clasificándose ambos para las semifinales.

En el caso del Al Sadd, dirigidos por el técnico uruguayo Jorge Fossati, el triunfo en cuartos fue ante el Esperance de Túnez (2-1), con lo que ganó el derecho a jugar en semifinales ante el todopoderoso Barça, con el que, con toda lógica, perdió por 4-0.

El otro continente, Oceanía, se fue ya en el primer partido, por la derrota del semi-profesional Auckland City ante el Kashiwa (2-0), sin que los neozelandeses pudieran emular su meritoria actuación de hace dos años, donde habían llegado a ser quintos, tras ganar dos de sus tres partidos.

 

AFP