Lisa Block de Behar ganó el prestigioso Premio Humboldt
Desde su creación en 1860, en homenaje a Alexander von Humboldt, la Fundación Humboldt, con sede en Bonn, es la primera vez que adjudica el premio a una individualidad uruguaya, lo que significa una doble distinción.
El premio se otorga como reconocimiento a las realizaciones académicas logradas por los ganadores, sus actividades docentes y las investigaciones llevadas a cabo. Por otra parte, los distinguidos por el premio son invitados a realizar proyectos de investigación, de su propia elección, en cooperación con colegas alemanes, reconocidos especialistas en el tema elegido o en disciplinas afines, por período de cuatro meses a un año. El Comité de la Fundación Humboldt está integrado por el presidente y el vicepresidente de la Fundación, el presidente de la Asociación Nacional de Investigación, el canciller de Alemania, el ministro de Cultura y Educación, el ministro Federal de Educación y Ciencia, el presidente de la Sociedad Max-Planck, entre otras autoridades.
Cada año se otorgan hasta 150 premios a investigadores extranjeros reconocidos internacionalmente por sus cualidades académicas. En 2001 se concedieron sólo 50 y los montos asignados oscilan entre 20 mil a 150.000 marcos alemanes, es decir, entre 9 mil y 70 mil dólares. Entre los que lo recibieron con anterioridad figuran 30 premios Nobel.
El proyecto presentado por Lisa Block de Behar se titula La ocupación totalitaria del discurso. y propone una investigación sobre los procedimientos por medios de los cuales los regímenes totalitarios se «apropian» del discurso, tanto el nacional-socialismo como otros totalitarismos del siglo XX., sobre algunos recursos con sorprendentes conexiones literarias y lingüísticas, que no han sido, hasta el momento, suficientemente atendidos.
Lisa Block de Behar posee, quizá (y sin quizá) la reflexión intelectual de mayor rigor e independencia en Uruguay, actuando fuera de círculos de (cualquier) poder y sin integrar grupos o cofradías. Formada en el IPA, Departamento de Español y Literatura, doctora en lingüística por la Ecole de Haute Etudes en Sciences Sociales, París, trajo en el momento oportuno a Thomas A. Sebeock (varias veces) en la década del 80, una vez reinstaurada la democracia, así como a los filósofos Jacques Derrida, Gianni Vattimo, Hans Gumbrecht, Geoffrey Hartman, Richard Morse, J . Hillis Miller, Christian Metz, a los escritores Haroldo de Campos y Adolfo Bioy Casares, en sendos homenajes ofrecidos en Salto. Un desfile de los grandes del pensamiento actual, a su debido tiempo, que estimularon y agitaron la cultura nacional. Fue responsable del Encuentro de Literatura Comparada donde asistieron especialistas de varios países. A su vez, fue invitada con regularidad a participar en numerosos congresos internacionales en Europa y Estados Unidos, compartiendo con Umberto Eco, Wolgang Iser, Niklas Luhmann, Carlos Monsiváis, Ricardo Piglia, François Caradec, entre otras luminarias intelectuales contemporáneas. Como directora de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de la República renovó y abrió las puertas a diversidad de expertos nacionales y extranjeros en la conducción de seminarios con temáticas inéditas de inmensa actualidad, sin abandonar su cátedra de semiótica y teoría de la interpretación..
Publicó numerosos libros: Análisis de un lenguaje en crisis (1969), El lenguaje de la publicidad (1973), Una retórica del silencio (1984, 1994), Jules Laforgue o Las metáforas del desplazamiento (1987), Al margen de Borges (1987), Dos medios entre dos medios.Sobre la representación y sus dualidades (1990), Una palabra propiamente dicha (1994), Borges. La pasión de la cita sin fin (1999), algunos de esos títulos fueron traducidos al francés y al inglés. Es inminente la aparición de la obra selecta de Emir Rodríguez Monegal con un importante prólogo de su autoría. También, colabora en numerosas revistas especializadas internacionales (Sigila, Semiótica, Recherches Littéraires, Reflejos, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Variaciones Borges, Dinamarca), coordinó un número de la Revista Iberoamericana dedicada al Uruguay, en Jaque realizó separatas dedicadas a Carlos Real de Azúa y a Borges, dirigió varios números de la revista Maldoror, editó y coordinó Diseminario. La desconstrucción, otro descubrimiento de América (1987), Términos de comparación, Lautréamont y Laforgue, junto con Isidra Solari de Muró publicó La amistad y otras coincidencias: Adolfo Bioy Casares en el Uruguay (1993), Homenaje a Emir Rodríguez Monegal. Formó parte de jurados en universidades de la región (Rosario, Buenos Aires, Porto Alegre). Un currículo extraordinario, fuera de serie, que justifica ampliamente el Premio Humboldt. *
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