UN LIBRO DE RAUL VALLARINO DOCUMENTA QUE LLEGARON A REUNIRSE TRES VECES POR SEMANA

Hunt, el agente de la CIA asesor de Benito Nardone

Según el libro de Vallarino, «desde 1957 el jefe de la CIA en Uruguay era Howard Hunt, quien encubría su trabajo ilegal de espía bajo su puesto de primer secretario de la Embajada de los Estados Unidos. Una de sus labores era infiltrar al Partido Comunista.

El espía, en sus memorias, describió a Montevideo como una ciudad pacífica y se asombró de ver sus playas atestadas de gente en horarios de labor. «¿Quién trabaja en este país?», se preguntó.

En su libro «American Spy: My Secret History in the CIA», Hunt escribió sobre su trabajo en Montevideo:

«…El personal de mi delegación había incorporado dos expertos en asuntos soviéticos, ambos conocedores de ruso y también incorporé a la organización a un experto en el Partido Comunista, que había trabajado bajo mis órdenes en México. Formamos equipos móviles de vigilancia, controlados por radio, logramos tener gente infiltrada en el Partido Comunista Uruguayo, 53, y nos familiarizamos con las caras y actividades de la nutrida representación que la KGB tenía en la embajada soviética».

 

Benito Nardone entra  en acción

De acuerdo al libro «en 1958, el jefe de la CIA conoce a Benito Nardone y comienza a asesorarlo en distintos temas. Las consultas de quien llegaría a ocupar el cargo de presidente del gobierno colegiado, se hicieron cada vez más frecuentes. Hunt y Nardone llegaban a reunirse tres días a la semana para discutir la situación política del país, entre otros asuntos de seguridad.

En junio de 1960, Hunt cesa en su misión en Uruguay y regresa a su país. Debía hacerse cargo de un importante operativo.

El 17 de abril de 1961, con una fuerza de exiliados cubanos, la CIA intenta invadir Cuba a través de Bahía de Cochinos. La invasión fracasa. La operación fue dirigida por Howard Hunt y Richard Bisel. Hunt siempre manifestó no estar de acuerdo con el plan militar utilizado en esa ocasión.

Pero la historia de Hunt no terminaría allí. Aunque en 1970 abandonó su trabajo en la CIA, reapareció dos años después al frente de los llamados «fontaneros» que realizaron el espionaje en la sede del Partido Demócrata en el escándalo del caso Watergate.

Cuando lo atraparon, sus descargos no convencieron a nadie: «Lo hicimos para comprobar –señaló– si Fidel Castro había ayudado con fondos a la campaña del candidato demócrata de izquierda, George McGovern».

Hunt fue condenado a 33 meses de cárcel y su mentor, el presidente Richard Nixon, debió renunciar a su cargo.

Howard Hunt, el hombre empleado para trabajos ultrasecretos, que vivió en Uruguay encubierto como diplomático y que asesoró a Nardone, murió en un hospital de Miami, el 23 de enero de 2007, como consecuencia de una neumonía. Su deceso se produjo a los 88 años».

 

Un amigo se va  pero llega otro

De acuerdo al relato, «luego que Howard Hunt se marchara del Uruguay, la jefatura de la CIA en Montevideo fue ocupada por Thomas «Tom» Flores, un agente de importante trayectoria en los Estados Unidos dentro de los servicios de Inteligencia. Considerado como un hombre de bajo perfil, pero de decisiones firmes, hizo que las operaciones contra la izquierda se incrementaran a partir de 1960.

Este se reunía asiduamente con Nardone para evaluar lo concerniente a la amenaza comunista en el país. En esos días, la labor de los estadounidenses se veía extraordinariamente beneficiada, tenían como su principal agente al presidente del Consejo de Gobierno.

En mayo de 1960, los consejeros analizan una solicitud del embajador de Cuba en Uruguay, para que se invitara al presidente cubano Osvaldo Dorticós a visitar el país.

Se produce un encuentro entre Tom Flores y el presidente Nardone, donde se discute la solicitud cubana.

Un testigo avala que esa reunión efectivamente se realizó.

Luego de esa conversación, un informe de la CIA anticipa la resolución que adoptaría el gobierno uruguayo y los pasos que daría para no invitar a Dorticós».

El libro cita textualmente el documento que se titula «Uruguay rechaza al presidente cubano. Informe de la Agencia Central de Inteligencia, CIA – 12 de mayo de 1960″.

El informe dice textualmente: «El Consejo Nacional de Gobierno decidió rehusar la solicitud cubana para una invitación oficial al presidente (Osvaldo) Dorticós, que esperaba visitar Montevideo en su regreso de las celebraciones del día de la Independencia Nacional Argentina, el 25 de mayo. Brasil ha invitado a Dorticós.

De acuerdo a una fuente usualmente confiable, el presidente uruguayo Nardone notificará al embajador cubano de la resolución del Consejo de Gobierno, dándole una excusa.

En el mismo momento Nardone le dirá al embajador, que el Consejo está sorprendido sobre las actividades de propaganda realizadas por la embajada cubana, que algunos miembros del Consejo creen que están en el límite de la intervención en los asuntos internos uruguayos.

Presumiblemente el cultivo de relaciones que ha hecho la embajada cubana con sindicatos laborales antigobierno, y con radios que emiten programas fuertemente antiamericanos, están dentro de las actividades que más llaman la atención al Consejo.

El gobierno también teme que la visita de Dorticós desencadenará demostraciones de estudiantes pro cubanos, como las que tuvieron lugar durante la visita del presidente Eisenhower, en marzo, y posiblemente también demostraciones en contra de las reformas económicas del gobierno». *

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