Roxana Blanco: "Pienso seguir viviendo igual"

La actriz Roxana Blanco no es ninguna desconocida en nuestro medio. En su intensa carrera artística ha recibido tres premios Florencio (En 1992 a mejor actriz de reparto por su trabajo con Roberto Zucco; en 1994 como revelación por el espectáculo Menú de cuentos y en 2002 a mejor actriz por su labor en Agatha), además de haber sido nominada a dicho reconocimiento en otras cuatro oportunidades.

Como lo informó LA REPUBLICA en la edición del domingo pasado, la actriz compatriota fue galardonada con el premio a la Mejor Actriz, del Festival Cinematográfico de Biarritz por su rol protagónico en el filme Alma Mater, de Alvaro Buela.

El día del estreno del filme en Montevideo, el viernes 16 de setiembre, nuestro matutino publicó una extensa entrevista realizada por Gustavo Iribarne, quien en la reseña del filme publicada en esa misma edición (páginas 38 y 39), afirmaba textualmente que Roxana Blanco es «un seguro premio a mejor actriz en más de un festival cinematográfico». En ese reportaje, ante la interrogante acerca de cómo pensaba enfrentar el estreno y los festivales en los que participaría el filme, Blanco afirmaba: «Pienso seguir viviendo relativamente igual, aunque más alerta a lo que se viene. Quedé libre de actividades y compromisos para poder seguir el tema de los festivales; me estoy preparando un poco para eso. El día del preestreno, cuando vi la película a sala llena, la disfruté muchísimo. Creo que incorporé este complejo personaje a mi realidad interior. Como si se hubiera dado una conexión con ciertos estados míos. Buscar lo que yo tenía de Pamela, tanto en el lado positivo como en el costado negativo: en realidad no se sabe cómo es Pamela realmente.

Yo tengo una lectura desde lo humano. Cuando uno hace personajes que son tan fuertes en el imaginario colectivo me parece que una lo que debe hacer es intentar que el público olvide esa imagen preconcebida e intente mirar otros aspectos. Yo busqué humanizarla. Creo que es una mujer simple que recibe señales y trata de descifrarlas. A lo mejor es más una víctima que una heroína». *