MARES

Mario Delgado Aparaín presenta este miércoles su nueva novela: “Tango del viejo marinero”

“Tango del viejo marinero” es el título de la nueva novela del escritor Mario Delgado Aparaín. La presentación de la obra se realizará este miércoles a la hora 19 en el club Español de Montevideo, Avenida 18 de julio 1332 y contará con la participación especial de la docente Rosario Peyrou y del antropólogo Daniel Vidart.

 

mario-delgado-aparainEl emblemático escritor uruguayo, autor de la inolvidable “Balada de Johnny Sosa” vuelve a deleitarnos, luego de su más reciente trabajo: “La fábula del tucutucu real”, con una nueva novela que, esta vez, es un canto a la “amistad”.

Con su incansable tarea de “rescate”, Delgado Aparaín apela a la “trascendencia textual del texto” para contar una historia que en sus propia palabras es un “homenaje a nuestra gente, a la amistad y a la condición humana en sus máximas posibilidades de la gente humilde”.

“Tango del viejo marinero”, de Editorial Planeta, es una idea que hace años rondaba la “cabeza” del autor y que vincula la relación humana entre dos viejos amigos que se reencuentran después de muchos años. 

Aquellos dos amigos son conocidos para el lector, porque nacieron en “Terribles ojos verdes”, junto con los inolvidables ojos de la enfermera Guerra del Hospital Vidal y Fuentes de la ciudad de Minas, se trata nada más y nada menos que de Sampedro y el Capitán Lander.

Ambos han sobrevivido al siniestro doctor Carreras, la encarnación de la malignidad, cuya hija cuando se entera de la verdadera identidad de su padre, por el diario del pueblo, decide tirarse al mar.

Afortunadamente la rescata el Capitán Lander. Así, en las costas de Santa Ana, se forma un triángulo de verdadera amistad entre dos veteranos y la joven, una bailarina de tango que viaja desde las arenas de Santa Ana a bailar al Mercado de la Abundancia.

Delgado Aparaín asegura que el protagonista de la historia es un “homenaje a dos marineros viejos” que una vez conoció.

Pues Lander, en sus días de navegación por los mares del norte, se aficionó a la construcción de barquitos a escala, auténticas reproducciones de barcos legendarios como el “Agamenón” del almirante Nelson, quien en la batalla de Trafalgar derrotó a los franco españoles. Barco que se encuentra hundido en las costas de la Isla Gorriti.

Lander también construyó a escala al “Nuestra Señora de la Luz”, encontrado con el cargamento de la primeras monedas de oro acuñadas apenas se creó la Casa de la Moneda en Chile.  El navío fue cargado en la bahía de Montevideo y se hundió el mismo día en que iba a partir.

Todos estos barcos tienen sus propia historia y el Capitán Lander los vende con ellas, en un relato que mezcla realidad y ficción.

Asimismo, en uno de sus viajes, Lander se introduce en la lectura del poeta inglés Samuel Taylor y sus “Rimas del anciano marinero”, que cuentan una leyenda del mal, protagonizada por un navegante casi mitológico. Dicha leyenda es rescatada por el capitán para explicarse a sí mismo por qué el mal habita en los hombres.

Es decir, aquí hay una similitud del marinero de la leyenda con el maléfico médico que lo hizo pasar tan mal en el hospital de Minas.

“Las ‘Rimas del anciano marinero’ o la ‘Balada del viejo marinero’ me han inspirado porque las baladas cantan historias de perdedores, son canciones que cuentan una historia y pensé que nosotros tenemos nuestro género ‘contador de historias de perdedores’, y es el tango, por eso el nombre de la historia”, reconoce el autor.

La obra de Delgado Aparaín también en cierto modo tiene puntos de contacto con la novela histórica, porque el personaje central es un apasionado por la historia de los barcos, y el lector puede hacer lo suyo profundizando en las mismas y mantener el hábito de la lectura y la afición a la historia y las leyendas.

Historias de mares

Delgado Aparaín durante años se ha nutrido de la literatura del mar con creadores como Herman Melville, Joseph Conrad o Eduardo Belgrano Rawson.

En ese marco, expresa que si bien Uruguay tiene una extensa costa, de todos modos no existe una “cultura del mar y expresiones artísticas vinculadas al mar”, más allá de la mítica “Pepe corvina” de Enrique Estrázulas o la novela “Los fuegos de San Telmo” de José Pedro Díaz.

“Todas esas lecturas me alimentaron durante años, comenzando por Emilio Salgari, allá lejos y hace tiempo”.

Los acordes del tango de un viejo marinero se escuchan a lo largo de la prolífera literatura de Delgado Aparaín, una invitación al deleite.

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