Eduardo Galeano: La certeza de sobrevivir en los demás
“La idea de la muerte individual deja de tener importancia, si uno adquiere la certeza de sobrevivir en los demás, sobrevivir en las cosas que quedan”, dijo Galeano hace más de treinta años. Para que sobreviva en nosotros, lo recordamos.
Fue hijo de Eduardo Hughes Roosen y de Licia Ester Galeano Muñoz, de su madre tomó el apellido cuando comenzó a firmar sus escrituras y crónicas.
En su adolescencia Galeano fue un aficionado al dibujo y sus caricaturas se publicaron en el periódico socialista «El sol» bajo el seudónimo de «Gius».
En su juventud, además, incursionó en varios trabajos y oficios, fue obrero en una fábrica de insecticidas y pintor de carteles, aunque provenía de una familia perteneciente a la clase alta.
“Muy exiliado”
Hacia los años sesenta se metió de lleno en el mundo del periodismo, siendo editor del emblemático semanario Marcha y después de Época.
Con el advenimiento del Golpe de Estado en el 73, Galeano fue encarcelado, debiendo trasladarse luego a la Argentina, allí fue director de la revista Crisis, sobre la que dijo: “La revista recogió las voces de los locos del manicomio, los niños de las escuelas, los obreros de las fábricas, los enfermos de los hospitales; queríamos difundir a los que venían de abajo”. Pero cuando el Golpe de Estado llegó al vecino país en 1976 el escritor estuvo en la lista de condenados, debiendo exiliarse en España.
Fue en ese exilio donde terminó de escribir su legendario «Memorias del fuego» una trilogía donde se aborda desde la memoria la historia de Latinoamérica. “Fueron tres tomos, mil páginas, toda la historia de las Américas de norte a sur. Había que estar muy loco para emprender semejante aventura. Muy loco o muy exiliado”, dijo hace poco tiempo sobre este libro.
Hacia el año 1963 publicó Los días siguientes, una novela breve que juzgó años más tarde como “bastante mala”, pero fue el inicio de una prolífica carrera literaria en la que seguiría profundizando en su visión política y su compromiso con la realidad de América Latina a través de sucesivas publicaciones entre las que destacan «Vagamundo» (1973), «El libro de los abrazos» (1989), «Patas arriba. La escuela del mundo al revés» (1998).
Con la transición democrática, hacia el año 1985, Galeano regresa a Montevideo y en conjunto con intelectuales como Mario Benedetti, Hugo Alfaro, crean el semanario Brecha.
En esos años también estuvo integrando la «Comisión Nacional Pro Referéndum» (entre 1987-1989), con el cometido de revocar la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado, promulgada en 1986.
Las venas abiertas de América Latina
Este fue uno de los libros más populares y aclamados del autor uruguayo, un ensayo en donde abordó con compromiso y visión crítica la historia de nuestra América Latina. Un libro traducido a decenas de idiomas que se publicó en 1971.
En el 2014 Galeano dijo sin embargo en una conferencia en Brasil que «la realidad cambió» y que ya no leería este libro “Yo no sería capaz de leer el libro de nuevo. Para mí esa prosa de izquierda tradicional es pesadísima” dijo. Explicó que Las venas abiertas… que fue el resultado de un intento de escribir un libro sobre economía y política pero “Yo no tenía la formación necesaria. No estoy arrepentido de haberlo escrito pero fue una etapa que, para mí, está superada», expresó.
Una de las anécdotas más conocidas alrededor de este libro sucedió en el 2009, cuando Hugo Chávez le regaló a su par estadounidense Barack Obama una edición de Las venas abiertas.
Pasión por el fútbol
Galeano era un apasionado del fútbol, aunque se definía a sí mismo como un “pata de palo”, lo que explicaba no haber podido cumplir su sueño de ser jugador: “Tuve que hacerme escritor porque era un pata de palo. Tenía que hacer con la mano lo que no podía hacer con los pies», decía en tono bromista. Dedicó unos cuantos libros y relatos a esta pasión, entre los que destaca “El fútbol a sol y sombra”, sobre él dijo alguna vez que «Tradicionalmente la derecha ha sospechado, o creído, que el fútbol es la prueba de que el pueblo piensa con los pies y la izquierda ha sospechado, o creído, que por culpa del fútbol el pueblo no piensa. Contra eso escribí ese libro, tratando de ayudar a superar todo lo que nos impide disfrutar de esa fiesta de las piernas que lo juegan y los ojos que lo miran»
Ayudame a mirar
Hacia fines de los años 80, en una conferencia en el Teatro San Martín, Galeano contó la siguiente anécdota, que lo ayudó a definir la función del escritor: una pequeña niña que había nacido en Tacuarembó, va con su padre al mar, por primera vez. Tan asombrada queda, que lo único que puede decir es “papá, por favor, ayúdame a mirar”. “Yo creo que la función del escritor consiste en ayudar a mirar. Que el escritor es alguien que quizás puede tener la alegría de ayudar a mirar a los demás”, dijo.
Entre las distinciones más importantes que recibió Galeano se encuentra el Premio Casa de las Américas 1975, 1978; Premio del Ministerio de Cultura del Uruguay 1982, 1984, 1986, American Book Award 1989, Premio Stig Dagerman 2010 y Premio Alba de las letras 2013.
Hacia el año 2001 se le otorgó el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de La Habana y el jurado a cargo de la distinción definió a Galeano como «un recuperador de la memoria real y colectiva sudamericana y un cronista de su tiempo».
A Galeano le gustaba repetir aquella frase de Fernando Birri, a la que volvía una y otra vez, recordándonos la necesidad vital de la utopía: «La utopía está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se desplaza diez pasos más allá. Por mucho que camine, nunca la alcanzaré. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? Para eso: sirve para caminar.»
Sus libros
Los días siguientes 1962
China 1964: Crónica de un desafío 1964
Los fantasmas del día del león y otros relatos 1967
Guatemala: Clave de Latinoamérica 1967
Reportajes: Tierras de Latinoamérica, otros puntos cardinales, y algo más 1967
Siete imágenes de Bolivia 1971
Las venas abiertas de América Latina 1971
Crónicas latinoamericanas 1972
Vagabundo 1973
La canción de nosotros 1975
Conversaciones con Raimon 1977
Días y noches de amor y de guerra 1978
La piedra que arde 1980
Voces de nuestro tiempo 1981
Memorias del fuego I – Los nacimientos 1982
Memorias del fuego II – Las caras y las máscaras 1984
Contraseña 1985
Memorias del fuego III – El siglo del viento 1986
Aventuras de los jóvenes dioses 1986
Nosotros decimos no: Crónicas (1963-1988) 1989
El libro de los abrazos 1989
Las palabras andantes 1993
El fútbol a sol y sombra 1995
Las aventuras de los dioses 1995
Patas arriba. La escuela del mundo al revés 1998
Carta al ciudadano 6.000 1999
Bocas del Tiempo 2004
El Viaje 2006
Carta al señor futuro 2007
Patas arriba, la escuela del mundo al revés 2008
Espejos. Una historia casi universal 2008
Los hijos de los días 2011
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