La feminista Coral Herrera lanzó su nuevo libro Bodas Diversas y Amores Queer
La feminista “queer” Coral Herrera lanzó desde una plataforma digital su nuevo libro Bodas Diversas y Amores Queer. En esta entrevista habla del amor, de la violencia machista y del sentido del feminismo en el siglo XXI. De su país, España, diagnostica varios aspectos a la distancia pero hace hincapié en el rol de su Iglesia Católica, y alcanza a preguntarse cómo todavía allí no ha habido un estallido social.
Coral Herrera tiene 36 años y es feminista queer. Entiende que ese movimiento-el primero-, no sólo no está perimido sino que aún tiene razón de ser porque está ampliándose. Su activismo en parte lo heredó de su madre quien “era militante feminista” y de su padre que era “un hombre igualitario”, recuerda. Desde nena sentía mucha curiosidad por las “diferencias entre sus padres y los de sus amigos y amigas del colegio”, relata.
Coral Herrera, nació en Madrid pero vive en Costa Rica, desde hace dos años. Es doctora en Humanidades y Comunicación por la Universidad Carlos III de Madrid. Ha sido profesora de español en la Universidad de la Sorbona en París IV y profesora de Humanidades y Comunicación Audiovisual en la Universidad Carlos III de Madrid. Estudió la teoría de género en su doctorado porque consideraba que “era fundamental ofrecer una investigación sobre la cultura romántica occidental desde un enfoque de género. Y después de descubrir los feminismos, “me enamoré de los estudios de masculinidad y finalmente me hice queer”, definición que utiliza en el título de su nuevo libro y que más tarde veremos porqué.
En qué se manifiestan, actualmente, los conceptos de la sociedad patriarcal? Herrera responde que se los ve en “el dolor de los rostros de las madres cuyas hijas son víctimas de la trata de esclavas sexuales, en los llantos de los bebés abandonados en China porque nacieron hembras, en el dolor de espalda de las mujeres que soportan la sobrecarga de trabajo remunerado y no remunerado al final de la noche. En la foto de grupo de alguna cumbre de políticos o grandes empresarios, donde apenas hay mujeres, o en la foto de los desplazados por las guerras, donde la mayoría son mujeres. En las nóminas de las empleadas domésticas, en las caras de terror de los niños cuyas madres son víctimas de la violencia por parte del marido, en los gritos de las niñas que sufren la ablación del clítoris a diario en muchos países del mundo”.
Amores Queer
Coral Herrera recientemente lanzó otro libro, entre ensayo y relato, llamado Bodas Diversas y Amores Queer. Allí cuenta sus bodas en Madrid, Tánger y San José, y otras bodas diversas. En primer lugar, dice, es una defensa del derecho a amar de todos los seres humanos, y un análisis de los ritos nupciales y las utopías románticas posmodernas. Si los lectores y lectoras “van por soluciones”, Herrera dice que encontrarán “ pocas”, pero sí hallarán “muchas preguntas que nos servirán para desmitificar las bodas y reírnos un rato de nosotros mismos”, señala.
El trabajo es “una mezcla de reflexiones, anécdotas personales, historias de vida, cuentos sobre bodas románticas y divertidas”, relata. Coral Herrera resume que su libro “es una forma de reivindicar y homenajear la lucha por el matrimonio igualitario y los derechos humanos de la población LGBTQ”. Y precisamente, acerca del Amor Queer, Coral explica que es un término anglosajón que significa raro y se utilizaba para insultar a la gente que no encaja en los cánones de la normalidad. La comunidad LGBT se apropió del término. “El queer nació en las calles y llegó a las universidades: hoy es movimiento, teoría, acto político y artístico a la vez. En mis libros hablo de los amores queer como sinónimo de amores diversos, esos amores que no corresponden al modelo ideal de pareja heterosexual y monogámica”.
LA RED21 preguntó a Herrera cómo contribuyen las mujeres a que los criterios patriarcales continúen reproduciéndose. Coral Herrera no duda en responder que “las mujeres somos las principales transmisoras del patriarcado, tradicionalmente educadas para ser buenas esposas, y para educar pequeños reyes absolutistas y lindas criadas que a su vez eduquen a nuevas generaciones”. Además, “igual que los hombres abusan de sus privilegios de género, las mujeres también lo hacemos cuando echamos mano de estrategias pueriles o victimistas para conseguir lo que queremos.
Herrera dice que las mujeres “ interiorizamos el patriarcado, asumimos nuestra inferioridad, admiramos los valores masculinos, y renegamos de nuestra condición femenina cuando nos relacionamos con otras mujeres, porque nos han enseñado que las demás son nuestras enemigas. Así, en lugar de unirnos para luchar por nuestros derechos, permanecemos divididas, y a menudo solas, como la mayor parte de las protagonistas de las películas románticas”.
Y acerca de la violencia de género o machista? El machismo, le consultamos, llega hasta las sentencias judiciales porque en muy pocas de ellas se define, feminicidio, al asesinato de mujeres por violencia de género. Herrera observa que “los jueces y las juezas de América Latina no pueden seguir ignorando este genocidio de mujeres”. Describe que en México y centroamérica está ya casi “en los niveles del exterminio, es una verdadera tragedia humanitaria. Todos los días desaparecen mujeres o son asesinadas, y lo más terrible es que las defensoras de los derechos humanos también son asesinadas. Es un problema social gravísimo a nivel global, no sólo acá. Parece mentira que la gente se emocione más con el fútbol que con estas tragedias humanas que se producen a diario”, sentencia.
Lo que falta a pesar de las legalizaciones
Herrera observó las realidades que empezaron a vivirse en Uruguay en los últimos meses: una, la despenalización del aborto en las primeras 12 semanas de gestación, y dos, el matrimonio igualitario. Estima que “ se está avanzando mucho, cada día llegan buenas noticias en torno a este tema. De igual manera hace falta más sensibilización porque hay que trabajar no sólo los aspectos legales, sino también los culturales.
La homofobia y la transfobia mata y hay que combatirlas con educación, para que la gente aprecie las diferencias como parte de la diversidad. Los países no pueden limitarse sólo a aprobar la legalidad de la unión mientras sus políticos lanzan todo tipo de comentarios homófobos y machistas”. Por ello cree que “la comunidad internacional debería presionar, por ejemplo, a Rusia y a otros en los que se mata a la gente por su orientación sexual o por su condición de género”.
El feminismo en 2013
Coral Herrera ve que en su España natal “las cifras para sanidad o educación se van reduciendo cada vez más, pero las cifras de robo por parte de los políticos y sus familiares son exorbitantes”. Agrega que el imperio de la Iglesia Católica en su país es tan excesivo que atenta contra los derechos humanos: “ nos han quitado el derecho al aborto y quisieran eliminar el matrimonio igualitario, aunque de momento parece que no pueden.
Todos los avances en materia de igualdad se han venido abajo, y la gente ya está pasando hambre. Sigo sin explicarme cómo no hay un estallido social que fuerce al gobierno a dimitir, pero también entiendo que los niveles de represión están aumentando de una forma brutal, en forma de multas, penas de cárcel y agresiones brutales”.
Herrera reflexiona que es “muy estremecedor que los responsables de la crisis y los corruptos están libres, y en cambio los activistas por los derechos humanos estén siendo castigados. Lo único positivo que le veo a España es la gente que lucha por sobrevivir y que trabaja en colectivos para defender sus derechos y compartir recursos”. Y si bien Coral Herrera considera que el feminismo es todavía necesario, también, indica que se están “ ampliando sus fronteras porque los derechos de los que gozan las mujeres blancas de clase media en unos pocos países del mundo deben extenderse a las mujeres transexuales, las mujeres afrodescendientes, las mujeres indígenas, las mujeres lesbianas, las mujeres pobres, las trabajadoras sexuales… en todo el mundo”.
Herrera indica que el día que las mujeres dejen de sufrir la ablación de sus genitales, la trata de esclavas sexuales, la violencia de género, las lapidaciones públicas, la miseria y la precariedad, el infanticidio femenino, entonces quizás podremos decir que el feminismo no es necesario.
LIBROS DE CORAL HERRERA PUBLICADOS
Bodas Diversas y Amores Queer
La construcción sociocultural del amor romántico
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