Escarabajos, tortugas y discóbolos

Lo que distingue al genio son sus preguntas. ¿Cuando un morrocoyo bosteza, contagia a los demás? ¿Cómo se despierta a un sordo si hay un incendio? ¿Cuando alguien suspira, qué le está pasando? ¿Cómo se explican los grandes logros? ¿Por qué los lanzadores de disco se marean y los de martillo no? ¿Cuál es la mejor forma de evitar que los autos se estacionen mal? ¿Por qué los escarabajos se enamoran de las botellas?

Cosas así. Uno va por la vida con la boca abierta y ni se le ocurre pensar qué pasa si a un conductor se le cae repetidamente la gorra en la cara en una autopista. El mundo ha vivido en la ignorancia. Ignoramos a los talentosos científicos que tienen humor. Para atenuar esa injusticia, se inventaron los premios Ig Noble (In Nobles) que se dan en la Universidad de Harvard poco antes que los suecos anuncien la catarata de Nobel. A la ceremonia van muchos ganadores del Nobel sueco. Antes tenían un lema un poco agresivo, algo así como: investigaciones que no pueden ni deben repetirse. Hoy, hablan de ciencia que nos hace reír… y luego pensar.

Es que casi todos trabajos fueron publicados por revistas de primera línea, como Nature o Science. Y casi todos los laureados concurren a la ceremonia de entrega de buen humor y algunos disfrazados y hasta hay quien se postula.

Chistes sobre sexo y botellas hay mucho, pero ciencia… Hay un escarabajo australiano, en peligro de extinción, que pasa sus días en éxtasis montado en botellitas ámbar de cierta marca de cerveza. Las prefieren a las hembras de su especie. Dos científicos pasaron años estudiando el caso. Todavía no se sabe por qué, pero uno de ellos dice que desde que se publicó la investigación estaba esperando que le dieran el Ig Noble de Biología.

Uno bosteza y al rato todos en la habitación. Lo mismo pasa con perros y otros mamíferos. ¿Con tortugas? Alguien tenía que averiguarlo. Se tomaron morrocoyos de patas rojas, se los adiestró para que bostezaran y zas: al tortuguero. Nada. No se contagian. Premio de Fisiología.

No se puede despertar a un sordo con una alarma, pero sí con wasabi en la nariz. ¿Cuánto wasabi? Alguien tenía que medirlo. Premio de Química. El sordo quedó alérgico, dicen.

¿Y los suspiros? ¿Saben qué? Atención actores: la gente no suspira cuando está triste, sino cuando se rinde o está haciendo algo difícil y ve que le fracasó un intento. Premio de Psicología.

¿Las grandes creaciones son obra de gente que no deja las cosas para mañana? No. La gente termina con grandes logros porque se puso a hacer algo para poder dejar para mañana otras que eran más importantes. Premio de Literatura (en realidad, es filósofo).

Ig Noble de la Paz fue para Arturas Zuokas, alcalde de Vilna, capital de Lituania, quien filmó un video de un tanque aplastando a un Mercedes que habían estacionado en una ciclovía: Cero tolerancia, buena convivencia.

El de Matemáticas fue compartido, a variados calculistas del fin del mundo, que fijaron las fechas de 1954, 82, 90, 92 y 99, «por enseñarnos a todos a ser cuidadosos al hacer cálculos». Quedó en suspenso el de Harlod Camping, quien lo predijo para 1994 y para el próximo 21 de octubre. Digo yo, ¿si efectivamente se acaba el mundo y el tipo se queda sin el premio?