"Lo que importa siempre es ayudar"
Su sistema, llamado CT, trabaja con música creada a partir de la voz del propio paciente, que en terapias logra restaurar las neuronas afectadas. En nueve meses, su aporte fue importante para que Nicolás, un niño de 11 años que estaba postrado, se recuperara de tal forma que hace poco subió el cerro San Antonio. «Verlo me llenó lo ojos de lagrimas», dice Luis Orsi. Ahora trabaja con Thiago, un niño de dos años que sufre un tipo de cáncer llamado neuroblastoma, del que fallecen siete de cada diez afectados. «Uno a veces anda mal, pero basta mirar al costado para encontrar gente que está peor y entonces te das cuenta que lo que te pasa a vos es insignificante y lo que importa siempre es ayudar», dijo Orsi en diálogo con LA REPÚBLICA. También Orsi trabajó en Carmelo con una niña de 11 años que hacía nueve padecía de una enfermedad llamada «piel de cristal».
«Se llama Solana y cuando la conocí no caminaba. Esta enfermedad agrieta la piel y la infecta. Trabajamos cuatro meses con ella, ya a los 20 días las heridas habían cicatrizado», contó Orsi. Cuando conoció a Nicolás «era un esqueleto, no podía estar media hora de pie» y luego se produjo «el milagro». A raíz del tratamiento que hizo Nicolás, Lourdes la madre de Thiago se comunicó con Orsi. La situación de Thiago es muy complicada y para Lourdes era imposible pagar el tratamiento. Además de ser madre jefa de familia, Lourdes perdió un brazo en un accidente. Orsi no lo pensó ni un segundo. «Fui a conocer a Thiago y estuve cuatro horas con él. Le expliqué cómo era el tratamiento y le conté cómo le había ido a otros niños, para incentivarlo», contó. Orsi viene a Uruguay a pasar sus vacaciones, unas vacaciones que no deberían ser extrañas, unas vacaciones para ayudar a los demás.
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