Presentan un proyecto para jóvenes del INAU

Ante la inquietud de poder transmitir a los jóvenes sus conocimientos sobre fabricación de equipos dentales Norberto López, hoy jubilado, quiere enseñarle a los internos del Instituto del Niño y del Adolescente del Uruguay (INAU) sobre el oficio que aprendió vendiendo los mismos productos en la década de los setenta.

Nació en España, en la provincia de Ferrol y se instaló en Uruguay en 1950, es fabricante de equipos odontológicos y quiere transmitirle a los adolescentes del Instituto del Niño y del Adolescente del Uruguay (INAU) sus conocimientos.

Su intención es que «esos chicos puedan tener un oficio en el que aprendan la fabricación de estos aparatos médicos», expresó al conversar con LA REPÚBLICA. Norberto López cuenta que tenía una fábrica la cual fue cerrada en los años ochenta producto de la dictadura, la misma funcionó durante toda la década de los setenta y se dedicó a exportar este tipo de aparatos e incluso ya en esa época creaba aparatos a bajos costos para que los estudiantes de la Facultad de Odontología «pudieran tener los equipos para poder realizar sus prácticas y abrir sus propios consultorios», cuenta. Pero no solo fabrica equipos dentales, había todo tipo de equipos médicos los que eran exportados e importados en el país durante la época. «A mí me gustaría que así como nosotros formamos una fábrica e hicimos cientos de equipos dentales los jóvenes pudieran hacer lo mismo», expresa al contar su experiencia. «La idea se me ocurrió con mi esposa, mirando el informativo y escuchando sobre la situación de los menores infractores sentimos que los dos teníamos algo para transmitir», manifestó.»Me gustaría que aprendan y puedan abrir una fábrica. Yo estoy dispuesto a enseñarles gratuitamente», afirmó López junto a su esposa Mirtha Cejas que también está dispuesta a acompañarlo en esta aventura. Su fábrica de equipos médicos y odontológicos de marca «Emili» estaba ubicada en la calle Ramón Castriz y su cartel de entrada lucía de esta manera «Dental Médica López Cora». Dijo su dueño que la misma cerró en la época de la dictadura. Tras esa época no volvió a trabajar en su reapertura.

Ya en los años setenta, la prensa del momento tomaba el testimonio de Norberto López quien expresaba que su sueño era «crear una industria grande y lograr ocupación para los egresados de la Universidad del Trabajo». En una entrevista publicada en el diario El Día del año 1976, cuenta su experiencia de trabajo en los sesenta en una empresa alemana que creaba aparatos médicos y tras su paso decide abrir su propia fábrica un par de años después.

Hoy expresa que nunca «pretendió» ganar dinero y como fabricante realizó más de quinientos equipos dentales los que repartió en diversas instituciones educativas y en varios departamentos.