Obispos opinan de educación
La «valoración de la vida en todas sus etapas, especialmente cuando es más débil y más frágil», y una educación que «respete los principios que vienen de la familia», fueron los dos ítems elegidos de la carta pastoral de los obispos para ser dados a conocer ayer ante una multitud de católicos de todo el país que llegaron a Florida en la peregrinación nacional de la Virgen de los Treinta y Tres. La celebración desarrollada por la mañana fue además la culminación de los eventos desarrollados por la Iglesia en el Año del Bicentenario y al mismo tiempo el festejo por los 50 años de la coronación pontificia de la imagen de la Virgen de los Treinta y Tres. El mensaje de los obispos, a cargo de monseñor Carlos María Colacce, se basó en la carta pastoral emitida por el Bicentenario bajo el título «Nuestra patria: gratitud y esperanza». Aspiran a que «contribuya al diálogo nacional para el mejoramiento de nuestro pueblo».
Colacce resaltó que «la búsqueda de la unidad no encubre las diferencias», sino que «por el contrario» se basa «en el mutuo respeto, en la libre confrontación», que es cuando «reconocemos que el fin no es vencer al otro, sino que hay realidades superiores que trascendiendo las diferencias impulsan a la unidad».
En ese sentido, acerca de lo reflexionado por los obispos sobre «la familia y la vida», exclamó que esta debe ser «valorada siempre y en todas sus expresiones, y especialmente cuando es más débil y más frágil. Y sentimos ese deber de decir siempre que la vida debe ser respetada en todas sus etapas. Nos vamos a jugar todos para que esta dignidad de la vida humana sea siempre respetada y valorada por todos».
En cuanto a la educación, la carta pastoral, según Colacce, afirma que en medio «de tantos programas y proyectos» debe considerarse que esta «es cuestión de corazón» y que «arranca en la familia». Por ello «la actitud subsidiaria de las instituciones que trabajan para educar deben respetar estos principios que vienen de la familia y de lo que es la persona humana. Desde la concepción de qué es el hombre, se desprenden todos los principios para la educación. Que la libertad de educar y la de educación sean siempre respetadas y que Dios no sea jamás dejado de lado», agregó, logrando como respuesta el aplauso de los devotos que se congregaron frente al Santuario de la Virgen de los Treinta y Tres.
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