PIONEROS DE LA RADIO
Sus enormes muñecos de cartón y madera pintada mostraban a «los speakers», como les decían a los locutores, frente a enormes micrófonos de pie. Por la esquina de Rincón y Ciudadela, en el comercio de Clericetti y Barrella, ofrecían en cuotas la tradicional radio de capilla de la marca Stewart-Warner que competía con las enormes Telefunken que vendía el Sr. Cardelino en Rondeau y Paysandú. En los boliches los gallegos compraban una radio para ponerla al lado de la grandota caja registradora.
Las «broadcastings» o emisoras pioneras fueron un puñado que impulsadas por sus románticos y visionarios propietarios y sus entusiastas empleados hicieron que todos los vecinos se convirtieran en «escuchas». Por esos mediados del 30, Montevideo y su gente al igual que las principales ciudades del Interior, disfrutaban de los esfuerzos de esos soñadores y enamorados del arte de la comunicación «en el éter», al decir del gran Eduardo De Pauli. Las emisoras uruguayas debían luchar con los programas de la muy escuchada «onda corta» que llegaban al Uruguay y se captaban sin problemas en todos los aparatos radiales. En el coqueto salón del Club Uruguay siempre se reunían integrantes de la colectividad inglesa para tomar el té y escuchar a la British Broadcasting Corporation. Y los vecinos enamorados del jazz sabían que a partir de las 18.30 llegaba en toda su potencia la musical onda corta de la General Electric. Las radios pioneras uruguayas ofrecían creativas programaciones para que sus escuchas no se tentaran a mover «la perillita del dial». La CX 48, La Radio Femenina se había asegurado un público de mujeres que eran devotas de sus audiciones. A las 14 horas, una delicada locutora conocida como Ana María se dedicaba a leer poemas de Amado Nervo y de Bécquer. Muchas recetas en las clases de «economía doméstica» a cargo de la señora Gilda y además mucha música con Mercedes Simone y el romántico cantor tanguero Charlo. Los pioneros y luchadores Figueira y don Cánepa ponían en el aire a la CX 34, Radio Artigas. En su programación le dieron la oportunidad a la «Hora Cultural Israelita» que todas las noches a las 20.00 horas unían en lazos fraternos a todos los laburantes inmigrantes judíos que vivían principalmente en la Villa Muñoz del Barrio Reus al Norte. También fue un éxito la audición del Centro Recreativo El Moscón con sus cantores y guitarreros en vivo desde los estudios de la calle Millán, todos los domingos. Y don Raúl Barbero nos deleitaba con su música francesa y comentarios de los estrenos del biógrafo. Por su parte, los señores Giubetich y Vernazza desde su «Tribuna Sonora» la popular CX 42, apostaban a la cultura popular. Tenían un ciclo radioteatral llamado «Arriba el telón» donde abundaban los folletines melodramáticos y los dramas clásicos españoles. Al mediodía se escuchaba una audición que sería el antecedente de «Juancito Sangredulce» y «La Chimba» de los años 60. Esa audición pionera en su estilo se llamó «El Mantel de los Remiendos» y con picardía, comedia y toques de seriedad, unos actores comentaban los principales hechos de aquella lejana sociedad uruguaya. En la primera CX 40, Radio Fénix, don Julio Rabassa imponía una línea de musicales tangueros que duraban 30 minutos y se dedicaban a un cantante y sus éxitos. Ya desde las 9.00 horas, después del Informativo, largaban esa seguidilla de «micros» donde alternaban: Gardel, Hugo del Carril, Libertad Lamarque y el querido Agustín Magaldi. Por la CX 12, Radio Westinghouse había mucha zarzuela y óperas junto a la Santa Misa en vivo. Por la CX 32, Radio El Aguila, brillaba El Loro Collazo con sus comentarios humorísticos todas las nochecitas. Y el pionero De Feo junto al popular Pardo Luna fueron líderes en la transmisión de eventos deportivos internacionales desde las ondas del Sadrep. Radioteatros, milongas, voces de inmigrantes, mucho humor y la pasión por la radio que nació con aquellos pioneros.
Con más recuerdos y música los esperamos en la 30, Radio Nacional y el próximo viernes a las 15.00 horas en el Salón Rojo de la I.M.M.
COORDINACION: ANGEL LUIS GRENE
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