CalenDiario
1984.- Es un día difícil, con cierta mezcla de triunfo, de festejo, y una pizca de derrota. Tiene lugar en el Club Naval la última de las negociaciones entre militares y políticos.
De los fracasos del Parque Hotel el año anterior, a la falta de entendimiento en el Esmaco, ahora instalados en esa nueva sede, con tres días de charlas se llega al Pacto.
Los suspicaces entienden que nunca se sabrá realmente cuál fue el contenido del acuerdo, lo que se dijo, lo que se prometió, lo que luego se transformó en el Acto Institucional Nº 19, que tal vez fuera un amasijo de palabras que podían haber sido las aceptadas. Vale recordar que en las deliberaciones participaron los tres comandantes en jefe, del Ejército, teniente general, Hugo Medina, de la Fuerza Aérea, teniente general (Avda) Manuel Buadas y de la Armada, vicealmirante Rodolfo Invidio. Por el lado político ausente el Partido Nacional.
Estaban por los colorados, Julio María Sanguinetti, Enrique Tarigo y José Luis Batlle. Por el Frente Amplio, el socialista José Pedro Cardoso y el pedecista Juan Young.
Por los cívicos, que no tenían representatividad alguna pero sí una larga trayectoria política, Vicente Chiarino y Humberto Ciganda.Los militares querían abandonar el barco pero con cierta dignidad. La idea era de «no hay vencedores ni vencidos».
El texto de dicho Pacto, que sería el mismo del Acto Institucional 19, establecía en su articulo primero derogar el Acto Institucional 1º, el de las proscripciones generalizadas, y convocar a elecciones para el 25 de noviembre de ese año, o sea poco menos de cuatro meses después.
Se establece que el 15 de febrero de 1985 se integrará la Asamblea General con sus dos Cámaras, asumirían los intendentes municipales y las juntas departamentales mientras que el presidente y el vice lo harán el 1º de marzo.
Los golpistas logran incluir un artículo donde se da la posibilidad de que el Presidente de la República convoque al Cosena, en este caso integrado por el Presidente, vicepresidente, ministros de Defensa Nacional, Interior y Relaciones Exteriores y los tres comandantes en jefe.
También queda acordado que el primer mandatario elegirá a los comandantes, en el caso del Ejército entre los tres oficiales generales más antiguos y tanto en la Fuerza Aérea como en la Armada entre los dos más antiguos.
Se incluye que la jurisdicción militar queda limitada a los delitos militares y a los casos de guerra y eventualidad de insurrección.
Queda en claro que ni Líber Seregni ni Wilson Ferreira Aldunate podrán ser candidatos.
Medina, luego de la reunión, habló con un periodista de Telemundo 12, y sus afirmaciones mantienen una soberbia que a esas alturas parecía fuera de lugar. Dijo que » Las Fuerzas Armadas no aceptarán ni manoseos ni cosas que se le parezcan (…) El Ejército sale con honor como era nuestra esperanza (…) Las Fuerzas Armadas están dispuestas a aceptar justicia hecha sobre elementos que integren sus cuadros y que se hayan manifestado como deshonestos, que hayan actuado por cuenta propia. Pero los que han actuado en cumplimiento de órdenes y consignas de sus superiores, esos van a merecer nuestro más amplio respaldo». La pregunta llega sola: «¿Hubo algún militar que no fue deshonesto apoyando una dictadura? Y si los culpables tenían órdenes, ¿deberían pagar los superiores? Todavía, 23 años después siguen maniobrando, eludiendo, zigzagueando la verdad.
FELIZ DIARIO
19.. Nace Mariela Bruno. En el período 2000-2005 fue directora de OSE.
1943.- Nelson Maiorano. Periodista radial y televisivo. Por varios años en Canal 10, luego en Monte Carlo y sus últimos tiempos en Telemundo 12, dando la cara al aire y luego como Coordinador General. Ahora, tras el despido, está disfrutando de su jubilación.
1956. Eduardo Grosso. Actor y director teatral, con vasta trayectoria en ambas márgenes del Río de la Plata. Tiene como vicio vivir en Colonia. Entre sus últimas obras : «Damas y caballeros»., «Esperando la carroza», «Trescientos Millones». Es responsable del Departamento de Cultura de Colonia.
LO PIENSO, LO DIGO
» Al que juró hasta que ya nadie confía en él; mintió tanto que ya nadie le cree; y pide prestado sin que nadie le dé; le conviene irse a donde nadie lo conozca«. Ralph Emerson.
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