Comando Sur termina en tres meses la policlínica de Santa Catalina
La nueva policlínica tiene un costo de 350 mil dólares y está ubicada en el predio militar de las Fuerzas Armadas sobre la calle Víctor Hugo, que sirve como único lugar de acceso al barrio Santa Catalina. Los fondos para su construcción provienen del Comando Sur de Estados Unidos y las obras están a cargo de la empresa Candelas SA. Su funcionamiento, al quedar oficialmente inaugurada, estará exclusivamente bajo la órbita del MSP y la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE).
Los materiales para su inauguración ya fueron comprados y seleccionados por el MSP y, según informó a LA REPUBLICA el jefe de Relaciones Públicas de la Armada, Alejandro Añón, ahora se espera que se puedan trasladar todos los equipos de última generación junto al mobiliario en tres contenedores provenientes de Estados Unidos.
Los servicios que se brindarán superan a los que hoy la gente recibe en las dos pequeñas policlínicas que se encuentran en la zona. Un consultorio odontológico, un segundo sector ginecológico, un sector para pediatría y medicina general y un pequeño laboratorio son algunos de los sectores ya marcados en los planos del proyecto general.
Además, se sabe que el nuevo edificio incluirá una sala que funcionará como cambiador para las madres que asisten con sus bebes y niños pequeños a los controles mensuales.
También se construirá un salón multiuso que de día se utilizará como un sitio de recreación para los niños que asistan al lugar y deban esperar ser atendidos, y por la noche podrá ser utilizado para desarrollar talleres de distintas temáticas de prevención en salud u otras actividades que el barrio considere necesario.
Las expectativas en torno a este proyecto son muchas, entre ellas la extensión del horario de atención. La policlínica Santa Catalina, como se la ha denominado, funcionará todos los días desde las ocho de la mañana y hasta las ocho de la noche. Según informó el jefe de Relaciones Públicas de la Armada al ser consultado por LA REPUBLICA, la formación de recursos humanos para que la policlínica inicie su labor dependerá de ASSE y prevén que la designación del todo el personal como los materiales que llegarán de Estados Unidos estén listos luego que la infraestructura física esté culminada.
No obstante eso, una comisión de salud integrada por vecinos del lugar ya se encuentra trabajando y mantiene entrevistas con personal de las Fuerzas Armadas que trabaja en el tema con el fin informarse sobre los detalles de las obras. También ha buscado contactarse con encargados del Ministerio pero aún no ha tenido éxito. Entre sus reclamos se encuentra la implementación de un servicio de guardia nocturna en el nuevo local, enseguida que la misma comience a funcionar.
En ese sentido, los vecinos ven como una prioridad el poder contar con un servicio nocturno, ya que de lo contrario continuarían aislados luego que la policlínica cierre sus puertas. En ese caso, la realidad apenas cambiaría, ya que hoy tampoco tienen adonde dirigirse ante cualquier percance médico ocurrido luego del horario establecido para la atención.
Griselda Noble, integrante de la comisión, expresó al ser consultada por LA REPUBLICA que hay «muchas cosas que quieren saber pero no conocen, porque no han tenido respuesta por parte de Salud Pública». Noble señaló que ha sucedido todo lo contrario por parte de las Fuerzas Armadas, desde donde han obtenido toda la información necesaria, han mantenido reuniones y se les ha detallado paso a paso la evolución de la construcción. Incluso se les pidió realizar una reunión en que la comunidad de Santa Catalina pudiera informarse del proyecto, pero ésta no se llevó a cabo debido a las fuertes discrepancias que muchos vecinos mantenían sobre el tema.
La mayoría de los vecinos apoyan la nueva policlínica
Hace diez meses que un equipo periodístico de LA REPUBLICA recorrió el lugar y relevó distintas opiniones de los vecinos. En ese momento, un sector importante de la población se mostraba contraria a la construcción de la policlínica porque la financiación llegaba del Comando Sur de Estados Unidos y se temía que una base militar de dicho país se instalara en el lugar.
Hoy, la situación ha cambiado y el 90% de los vecinos está de acuerdo en su instalación, ya que considera importante la edificación ante las importantes carencias de la comunidad de Santa Catalina.
Griselda Noble opina que el grupo que no la acepta «es menor», y opina que todo lo que sea un beneficio para la población «siempre es bueno», ya que «la gente que no tiene plata para el boleto y tiene que atenderse en el Cerro debe ir caminando».
Juan Lucas, otro vecino del lugar, expresa que es «un buen beneficio para el barrio», y es imposible rechazar una cosa porque se teman posibles consecuencias. «Lo importante es que se haga y que todo el barrio la pueda usar», sostuvo. «Sería malo que sólo la pudieran utilizar los integrantes de las familias del personal subalterno de las Fuerzas Armadas que construyen actualmente sus viviendas en el predio aledaño. Que sea financiada por quien sea, pero que sea algo positivo para el barrio», comentó al ser consultado.
Nadie es indiferente al tema, y todos saben de la nueva construcción. Que el Comando Sur sea quien la financia no es una mayor preocupación para la población de Santa Catalina. De todas maneras, el grupo que tiene una postura más radical sobre el tema no ha cambiado de opinión. *
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