Comisión de OVNI no encuentra respuesta a la mitad de los casos denunciados
«De Colonia nos llaman porque una nave espacial estaba descendiendo. Nosotros fuimos para allá enseguida y cuando llegamos vimos que sí que estaba descendiendo. Levantamos del piso restos de la «nave espacial». Era un globo sonda ruso que cayó. Para el gaucho era una nave extraterrestre que venía del cielo, nosotros llegamos a determinar lo que era porque decía Made in Moscú», cuenta a LA REPUBLICA Carlos Pérez Lavagnini, quien integra la Comisión Receptora e Investigadora de Denuncias de Objetos Voladores No Identificados (Cridovni) desde su fundación.
El tema no es nuevo, los hilos que tejen las culturas populares respecto a estos temas son demasiados y con los años crece los relatos en cada pueblo y lugar. En algún momento de la vida alguien ha escuchado hablar de las famosas «luces malas», los círculos de color blanco que aparecen en lugares descampados (denominados «círculos de las Hadas»), ha visto una luz en movimientos ascendentes y descendentes rápidamente en el cielo, las posibilidades son infinitas así como los casos; pero no todo el mundo se anima a denunciarlos y casi nadie habla de ellos.
Nuestro país innovó en América Latina al ser el primero que desde la Fuerza Aérea Uruguaya (FAU) funda el 7 de agosto de 1979 una comisión con el objetivo único de recibir e investigar las denuncias sobre Objetos Voladores No Identificados (OVNI) en el espacio aéreo nacional. Este es el único emprendimiento que se ha mantenido en actividad ininterrumpida a lo largo de dos décadas y ha servido para modelo en países vecinos como en Chile que creó una similar en el año 1997.
La iniciativa que partió de la FAU en la década de los setenta nace ante las «reiteradas denuncia de particulares sobre la observación de extraños fenómenos en el cielo», explica el teniente coronel Ariel Sánchez, secretario de Cridovni que junto al capitán aviador Marcos Temesio y Lavagnini dialogaron en la base aérea «Capitán Boiso Lanza» con este matutino.
Al fundarse la comisión recopila un total de 302 denuncias y la primera se remontaba al año 1940. Dado el tiempo transcurrido y la falta de datos la tarea de investigación se dificultó ya que era imposible entrevistar a los testigos y algunos «no recordaban en detalle la experiencia vivida o el caso y la mayoría no pudieron ser investigadas».
Un 3,4% de los casos es OVNI
Hoy existe un total de 2.026 denuncias registradas en Cridovni, de las cuales fueron investigados 1.019 casos y en los que el 3,4% fue rotulado como «no convencionales», es decir que se está ante un caso OVNI. Cuando el caso no tiene una respuesta convencional y lo visto u observado es designado como un Objeto Volador No Identificado no quiere decir que eso sea «un plato volador o extraterrestre», sino que no saben qué es o no pueden asimilarlo a algo conocido», explicó el teniente coronel Ariel Sánchez.
En ese sentido, existen registros también de las llamadas «oleadas en avistamientos OVNI en Argentina que han coincidido con el aumento de denuncias en el territorio uruguayo», eso determina que en la región han llegado a existir con alguna frecuencia iguales fenómenos de objetos o luces en el espacio que la gente ha podido registrar.
Si bien la comisión no determina una zona especial del territorio en la que se registre mayor cantidad de denuncias desde Montevideo y Canelones el número de llamadas es mayor. Maldonado, Salto, Durazno y Lavalleja también registran aumento en denuncias y entre las variadas respuestas y factores determinantes algunas se ajustan a que el «hombre de campo está acostumbrado a la lentitud, cuando aparece en el cielo, algo extraño y rápido le va a llamar más la atención que a una persona en Montevideo que camina entre autos, ómnibus y puede pasar lo que sea que no lo va a impresionar más.
El hombre de campo mira todo el día el cielo, tiene una vista en contacto con la naturaleza y tiene un cielo despejado», expresó Carlos Pérez Lavagnini.
La Fuerza Aérea no descarta la posibilidad de algo «extraterrestre» y algunos de los casos aún siguen sin explicación. «Las denuncias de los testigos y algunas evidencias dejadas en el terreno sirvieron para comprobar que había algunas variantes de los compuestos minerales y químicos de la tierra analizada», esas evidencias de objetos no identificados dejan el caso abierto hasta que pueda concluirse qué es realmente lo que sucedió en el lugar (ver foto adjunta de la ciudad de Durazno en el año 1993).
Trabajo honorario
La comisión cuenta con un respaldo profesional y científico para el estudio de los diferentes casos y trabaja en forma honoraria. En total son 16 organismos públicos y privados que brindan su apoyo entre los que se encuentran distintas facultades de la Universidad de la República y organismos estatales.
Las denuncias de avistamientos de Objetos Voladores No Identificados (OVNI) se reciben en el Comando General de la Fuerza Aérea Uruguaya a través del teléfono 222-44-00.
La investigación de cada caso, que comienza luego de la búsqueda y recopilación de toda la información, busca responder a las siguientes interrogantes: ¿qué posibilidad hay de fraude por parte de los testigos, de terceros?, ¿qué posibilidad existe de ser un fenómeno convencional y si es un fenómeno de ser una ilusión psicológica? y la última pregunta a contestar es ¿qué posibilidad existe de que este fenómeno sea no convencional?
Cada caso es investigado por separado y el testigo es estudiado y evaluado a través de una prueba de motivaciones personales, actitud física, mental y conocimientos. En cuanto a la evaluación individual del testigo se analizan sus motivaciones personales, económicas, publicitaria o psicológica. En segundo lugar, el nivel social y cultural. La aptitud física y mental. Los conocimientos técnicos, científicos y religiosos y la posición filosófica que tiene la persona ante el fenómeno observado. *
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