MEMORIA

Se inauguró la intervención “Ausencias. Las Prendas de la Memoria”

"Ausencia, prendas de la memoria", es una muestra con 196 prendas que representan a cada uno de los desaparecidos de la última dictadura cívico-militar uruguaya. También se inauguró un mural en homenaje a Luisa Cuesta.

Se inauguró la intervención “Ausencias. Las Prendas de la Memoria". Foto: Twitter Sergio Miraballes.
Se inauguró la intervención “Ausencias. Las Prendas de la Memoria». Foto: Twitter Sergio Miraballes.

Como antesala de la 24° Marcha del Silencio que tendrá lugar este lunes 20 de mayo, el Zonal Aguada del PIT-CNT realizó este domingo dos intervenciones en la Plaza Mártires de Chicago.

Por un lado se inauguró la muestra «Ausencias. Las prendas de la memoria», impulsada por Ileana Da Silva y Malena Paz, con 196 prendas de ropa colgadas en la plaza, cada una de las cuales representa a un desaparecido de la última dictadura cívico-militar que sufrió nuestro país.

Al hacer uso de la palabra Da Silva agradeció a quienes eligieron acompañar la inauguración, y explicó que la muestra «tiene como objetivo visibilizar una herida que todavía está abierta, la herida de 196 familias uruguayas, y entre ellas está mi familia».

«Visibilizar es también invitar a reflexionar, y es establecer un diálogo con estas prendas», expresó.

«El objetivo de que fueran 196 prendas surge también porque por estos días parece que muchos quieren olvidar que todavía hay 196 uruguayos que están desaparecidos, que las familias tienen todo el derecho de saber dónde están, de reclamar justicia, de reclamar verdad», agregó.

A su vez dijo que «parece que hay muchos actores políticos y militares que no solamente quieren olvidar, sino que también guardar silencio y tiene miedo a levantar la mano».

Da Silva explicó que la muestra está inspirada en la obra de la artista finlandesa Kaarina Kaikkonen que vio hace cinco años en el Museo Nacional de la Memoria en Chile: «me impactó muchísimo y sentía que estaría buenísimo poder replicarla acá».

«Mis tíos desparecieron en el ’77, Yolanda Casco y Julio César Delía, mi tía estaba embarazada de ocho meses y medio. Mi primo nació en cautiverio, en los pozos de Banfield y hoy es Carlos Delia, unos de los nietos recuperados por Abuelas», contó.

Ileana agregó que sus tíos desaparecieron cuando ella era muy chica y que su vida y la de su familia estuvo atravesada por la ausencia, por lo que «aprendí a querer muchísimo las prendas, porque no heredé dinero de mis tíos, lo que heredé fueron libros, bolsos, blusas, porque además de secuestrarlos se robaban absolutamente todo y dejaban poca cosa. Por eso para mi las prendas siempre tuvieron un valor muy importante, uno guarda esas prendas como un tesoro», dijo.

Finalmente agradeció a todas las personas que participaron para llevar adelante a la muestra y dijo que «el objetivo es replicar esto, que las personas que pasen por acá observen, reflexionen y también sea una invitación para establecer un diálogo con las nuevas generaciones».

En ese sentido dijo que mientras armaban la muestra mucha gente se acercó y reconoció que no sabía que en Uruguay había 196 personas desaparecidas.

«El nunca más se construye entre todos», concluyó.

«La dictadura nos atacó directamente como sociedad»

Por su parte Sergio Miraballes responsable de derechos humanos del Zonal Aguada del PIT CNT, dijo la intervención «representa la ausencia que hoy seguimos teniendo como sociedad, la ausencia que siguen sufriendo sus familiares».

«La dictadura nos atacó directamente como sociedad», consideró y señaló que «como movimiento sindical nunca vamos a salir a agraviar verbalmente, pero tampoco nunca vamos a callar ante las injusticias».

«Y una injusticia que no podemos seguir tolerando es la permanencia y la perpetuidad de la impunidad, no puede ser que se nos sigan muriendo familiares sin saber qué fue lo que pasó, no podemos seguir tolerando que sigan habiendo criminales de lesa humanidad que siguen gozando de la libertad o de privilegios como son las prisiones domiciliarias. Esto no lo podemos seguir permitiendo como sociedad», aseveró.

«Esta intervención tiene como objetivo eso, interpelar, que tomemos conciencia de lo que se generó acá hace poquito, porque no hace mucho, no hace ni medio siglo», recordó y agregó que «tenemos que tener en cuenta que esos rasgos del fascismo que nos hirieron tan brutalmente como sociedad también nos siguen hiriendo al día de hoy».

Miraballes resaltó que «esta lucha no es solo contra los criminales que cometieron crímenes, es también contra aquellos que siguen ensañados en defenderlos y respaldarlos como lo vimos la semana pasada en el Senado cuando los senadores de la oposición se negaron a votar la venia para pasar al retiro a los generales que integran el Tribunal de Honor del Ejército y que entendieron que aquellos militares que cometieron crímenes de lesa humanidad como asesinatos, torutura, violación y desaparición de personas no cometieron crímenes que manchen el honor del Ejército».

«Eso nos tiene que interpelar a todos y a todas, no puede ser que parlamentarios sigan defendiendo y apoyando a esos criminales, no podemos soportar como sociedad que eso siga pasando», enfatizó.

Homenaje a Luisa

Además de la inauguración de «Ausencias, prendas de la memoria» se presentó un mural en homenaje a Luisa Cuesta, pintado por el artista Alfredo Cuesta, hijo de Gerardo Cuesta, dirigente y fundador de la CNT asesinado en dictadura y sobrino de Luisa Cuesta.

La marcha de este lunes será la primera desde la desaparición física de Luisa que falleció el pasado 21 de noviembre.

Miraballes se refirió al homenaje a Luisa, y resaltó su lucha y el hecho de que «además haber sufrido la desaparición de su hijo, también sufrió el asesinado de su hermano».

«Gerardo Cuesta fue asesinado en el Hospital Militar», recordó y dijo: «increíblemente, en un lugar donde deberían estar salvando vidas, durante la dictadura también fue utilizado para torturar y asesinar a compañeros y compañeras».

El mural tiene la imagen de Luisa, los carteles de los familiares que identifican la lucha por Verdad y Justicia y la frase «quisiera saber la verdad porque para mí es la mayor de las justicias».

Alfredo Cuesta explicó que pensó en otras ideas con mensajes más subliminales, pero luego consideró que alcanzaba solo con Luisa. El mensaje fundamental es dejar algo, «el objetivo es que las nuevas generaciones registren la figura de esta señora y que cuando tengan el poder de lectura puedan leer esa frase profunda y entonces conseguiremos ganar, dar una cuota fundamental para ese elemento que es la memoria».

La actividad al cerró la integrante de Madres y Familiares, Elena Zaffaroni, quien recordó a Luisa y a su lucha y la de todas las madres y familiares que ya no están y les marcaron la impronta de «luchar para que esto nunca más vuelva a pasar».

«Para que ese nunca más no sea una palabra, como decía Luisa, nos necesita que estemos en la calle, que no nos conformemos con la impunidad, que vayamos a fondo con todo, que no hagamos concesiones a los gobiernos aunque sea los gobiernos que votemos, o no votemos, que les tenemos que exigir que no podemos tener estas Fuerzas Armadas ni un minuto más».

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