Psicólogos sostienen que una de las claves de la autoestima es el cuidado personal
No nacemos con una autoestima alta o baja, sino que se va construyendo desde que somos pequeños. Intervienen en ella la imagen física, el carácter, las capacidades, las virtudes y defectos..., y tener un nivel saludable de autoestima, dicen los psicólogos, es llegar a aceptar todo eso que forma parte de nuestra persona.
Explica María Jesús Núñez, psicóloga especializada en Psicología Clínica y de la Salud, que la autoestima “no es otra cosa que la percepción que tenemos de nosotros mismos: cómo nos vemos, nos valoramos y nos apreciamos en cuanto a capacidades, habilidades, apariencia y emociones”. Esta puede determinar nuestras actitudes ante la vida, las relaciones con los demás, nuestros proyectos, las metas que pretendemos lograr.
Cuando los cánones de belleza actúan como un factor dictatorial y omnipresente del que ni los más seguros de sí mismos pueden escapar, es importante defender la libertad de cada persona para peinarse o vestirse como quiera, llevar el aspecto que considere conveniente sin sentirse sometido/a al escrutinio constante e implacable de sus semejantes. Al mismo tiempo asumiendo que el cuidado personal, el mirarse al espejo y poder decir “¡Qué bien me veo!”, es fundamental para la autoestima.
Si la clave está en la aceptación, está claro que lo más importante es quererse como uno es, convencerse de que no se es menos que los demás, valorarse y creer en uno mismo. Pero también generar una rutina de cuidado personal que nos permita cultivar nuestra autoestima.
Influye la buena alimentación, que sea sana y equilibrada. “Influye en el estado de ánimo mucho más de lo que creemos”, dice Núñez. También hacer ejercicio para descargar tensiones y liberar la llamada hormona del bienestar, la serotonina. Realizar “pequeñas adaptaciones” para disfrutar a pleno esa imagen de nosotros mismos que nos hace sentir bien: alimentación que nos de la energía necesaria para realizar nuestras actividades, reflejar nuestra identidad con nuestro vestuario y corte de pelo… Y dedicarse, en definitiva, tiempo a uno mismo.
Para la construcción de una autoestima alta, según la psicóloga, hay que buscar la autosuficiencia física y emocional, saber poner límites, hacerse críticas constructivas, tener sentido del humor, aprender a librarse de aquello que hacer sentir mal, perseguir metas y ser asertivos.
¿Autoestima y compras?
En nuestra cultura occidental, se asocia la felicidad con las compras, sometidos a mensajes publicitarios continuos, comprar puede ser una fuente de satisfacción y por ejemplo, un estudio de la consultora Cushman & Wakefield en España concluyó que el 71% de los españoles se sienten bien cuando van de tiendas.
Todo esto no deja de ser una cuestión cultural, fruto del contexto en el que nacemos y crecemos. Estos mensajes publicitarios continuos asocian cuidado personal, autoestima y las compras como fuente de satisfacción; haciéndolo también un arma de doble filo.
Este llamado “Informe de la Felicidad” explica que comprar provoca en los consumidores un sentimiento de satisfacción, por el hecho de poder llevarse aquello que es novedad o tendencia, o incluso lo que, en otras condiciones, le parecería prohibitivo.
A la hora de darse un capricho, la ropa, los cosméticos o los perfumes tienen un protagonismo evidente, más aún, como indicaba el mismo informe, cuando son artículos que rozan el límite de lo que uno se puede permitir. Por ejemplo, el lanzamiento del nuevo Sauvage Dior que rápidamente se convirtió en uno de los perfumes más vendidos de Christian Dior.
Cuidado del cabello en casa
El cabello tiene su importancia en la imagen personal, partiendo de que, nos guste o no, una buena primera impresión se considera clave para plasmar quiénes somos. Tradicionales o vanguardistas, relajados o serios.
Una rutina casera del cuidado del cabello ni siquiera tiene que ir relacionado con las compras o el consumismo. Las mascarillas naturales para el pelo se elaboran a partir de ingredientes naturales, fáciles de encontrar en cualquier supermercado o se tienen en casa: aceite de coco, palta, miel y huevos son algunos de los ingredientes habituales en las mascarillas naturales para el pelo, y lo más importante son baratos y permiten generar esa rutina privada de conexión con uno mismo.
Los cosméticos como aliados
El aspecto de la piel, por otra parte, también nos determina. Y es evidente, una vez más, que la publicidad machaca continuamente con el prototipo de mujer perfecta (principal demográfica de las publicidades), que lo está porque consume todo tipo de productos y se cuida sin aparente esfuerzo. Desde Chile, el doctor Manuel Fontboté escribe en Cosmetólogas que el uso de cosméticos se ha generalizado en el último siglo, y sostiene que ha pasado de ser un concepto netamente decorativo a constituirse como elementos de primera necesidad.
En ese contexto los productos de belleza y cosméticos profesionales, como Aminco Uruguay han ganado un lugar privilegiado en la rutina de self-care (cuidado personal). Mascarillas tonificantes, tónicos, cremas y maquillajes especiales para cada tipo de cutis se han hecho populares.
Como remarca el doctor Fontboté, la piel es un órgano complejo y completo que debe cumplir con importantes misiones, dentro del esquema metabólico, luego agradece mucho las buenas acciones de limpieza, tonificación, conservación y nutrición. A día de hoy, la industria química cosmética se desarrollan, adaptan y formulan productos de alta calidad, y los esteticistas poseen cada vez una mayor conocimiento de las características biológicas de la piel. Un claro ejemplo son los tratamientos para la celulitis que están dirigidos a retornar la salud a la piel, sumado a la rutina de hacer ejercicio regularmente y una alimentación balanceada.
Teniendo todos estos elementos en cuenta, nuestra autoestima se va construyendo desde que somos pequeños. Recuperar y construir un nivel saludable de autoestima es llegar a aceptar todo lo que forma parte de nuestra persona.
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