La vigencia del pensamiento pacífico pero también de lucha y resistencia de Nelson Mandela

Este miércoles 18 de julio se recuerda en todo el mundo a Nelson Mandela, un abogado, activista contra el apartheid y Premio Nobel de la Paz, al cumplirse los cien años de su nacimiento.

Para recordar a tan emblemática figura, LARED21 conversó con el escritor Javier Volonté, quien realizó un exhaustivo repaso de la vida del Premio Nobel de la Paz y ex presidente de Sudáfrica.

En tal sentido, Volonté expresó que el individuo en África, antes de recibir el nombre de familia, como ocurre en Occidente, recibe un nombre ancestral. “Existe una antigua costumbre de que cada nombre es un presagio, y en el caso de Mandela el nombre era Madiba (Honorable), y ese fue el nombre que acunó para él su aldea, su pueblo, Sudáfrica”.

Luego, en su edad de escolarización, surgió el nombre occidental, que es Nelson Mandela.

Pero también se lo conocía como el “Pimpinela negro”, que era el nombre que tenía en el fichaje de la policía. Dicho pseudónimo deriva de la obra de la escritora húngara Emma Orczy, quien creó a un personaje que se llamaba “Pimpinela escarlata”, quien siempre se camuflaba y escapaba de la Justicia.

Por otro lado, el experto en asuntos africanos recordó que “Mandela fue un gran abogado, un luchador y un estadista. No era un ignorante como lo quería hacer ver el régimen del apartheid”.

“Era un hombre especial, una persona que habló del futuro desde su presente y ello me lo dijo Su Alteza Real Princesa Zenani Dlamini, hija de Nelson Mandela: ‘Mi padre concebía a una Sudáfrica en el 2020 o 2030, pero él estaba en su Presidencia, en 1994’”.

Fue padre de seis hijos y contrajo matrimonio en tres oportunidades. “No aceptó el casamiento arreglado por sus familiares en 1930, hecho que lo muestra como un hombre singular”.

También fue amante del deporte y el boxeo como ciencia, pues era un hombre pacifista.

Volonté destacó que fue el primer presidente negro de Sudáfrica, entre los años 1994 y 1999, y refundador del Partido Congreso Nacional Africano, que nunca había llegado al poder, porque era la colectividad política de los negros, de los más oprimidos ya que el apartheid mantuvo la división injusta entre negros y blancos, o sea que el negro no podía participar de la vida política.

Cuando Mandela recobró la libertad, dicho partido de negros y excluidos fue el que lo llevó al gobierno y llegó a ser no solo presidente de la República, sino también secretario general de los Países No Alineados, conglomerado que nació después de la Guerra Fría.

Uno de los aspectos más conocidos de Mandela es que fue Premio Nobel de la Paz, en el año 1993

Fue un hombre de cultura, de paz, de libertad y con un pensamiento internacional. “Fue la persona que puso en el candelero mundial, como presidente de la República de Sudáfrica, el cuestionamiento a que los países poderosos tuvieran el derecho a veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas”.

Fue íntimo amigo de Fidel Castro y muy amigo de Yasser Arafat.

“En el año 1995 nombró a un embajador en Palestina, una representación plena de la república de Suráfrica. Hablaba del derecho del pueblo palestino a la autodeterminación, se solidarizaba con el pueblo árabe, y ello es algo que lo honra”, remarcó.

Volonté también recordó que antes de ser mandatario, Mandela visitó México y el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, del derechista Partido Revolucionario Institucional, resolvió en el año 1991 emitir una estampilla de correo en honor a Mandela bajo el título: El heraldo de la democracia.  “Esto demuestra que fue reconocido por propios y ajenos”, ya que era una persona socialista antimperialista y un nacionalista africano.

“Si bien pasó casi 27 años en la cárcel, en la soledad más estricta, todo lo logró por medio de la cultura, porque también fue un gran escritor con obras tales como: ‘Mis cuentos africanos’, o la biografía ‘El color de la libertad’, que lo muestran como un hombre docto y culto”, resaltó

“Tus opiniones reflejan tus esperanzas”

Volonté agregó:  “Una de sus frases más emblemáticas, es: ‘Tus opiniones reflejan siempre tus esperanzas, nunca tus miedos’. En tal sentido, él veía al racismo como un miedo”.

Mandela era un hombre no solo de Sudáfrica, sino un símbolo de los 55 países que integran el continente africano. Fue un representante continental y muy amigo de América Latina.

El ex presidente Julio maría Sanguinetti publicó un libro sobre encuentros que tuvo con presidentes y personalidades muy importantes del mundo y, sin embargo, no incluyó a Mandela, lamentó.

En el año 1998 el presidente Mandela visitó la Cumbre del MERCOSUR, que se realizó en Argentina donde estuvo el presidente Sanguinetti.

Por otro lado, remarcó que Mandela “siempre preguntó por las comisiones de la verdad y cómo los  países del Cono Sur hicieron para salir de sus respectivas dictaduras y sobreponerse a los años oscuros”.

A la vez, recordó que Monseñor Desmond Tutu, también Premio Nobel de la Paz, dijo que el pensamiento de Sudáfrica y de Mandela era “el pensamiento del arcoíris”, en el cual entramos todos y no puede haber exclusiones.

Por su parte, el Papa Juan Pablo II fue quien pidió en forma más enfática la liberación de Mandela .

Una de las fotografías más significativas es en la que aparecen Mandela, Juan Pablo II y Monseñor Tutu, juntos por una noble causa: la de la paz.

Mientras que Eduardo Galeano denunció en su momento que Mandela estuvo en la lista, del gobierno de los Estados Unidos, de terroristas a nivel mundial.

Cuando el actual Papa Francisco se enteró de la muerte de Mandela en el año 2013, lo describió como el “promotor de la dignidad humana de todos los ciudadanos del mundo”, y recordó que nació con la Primera Guerra Mundial y dejó la vida pública al cumplirse los 50 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Además, Naciones Unidas fijó el 18 de julio como día para recordar al Premio Nobel Nelson Mandela, en el día de su cumpleaños.

“En un mundo donde vemos xenofobia y campos de refugiados, el gobierno de Sudáfrica habla que su centenario no pase desapercibido. El pensamiento de Mandela es pacífico, pero también de lucha y resistencia”, dijo el escritor.

Lamentó que Uruguay no tenga un departamento de estudios africanos en ninguna Universidad, porque aseguró que África se encuentra en su despertar.