Solicitud de refugio en Uruguay se septuplicó en 7 años

Cubia y Libia se convirtieron en los dos principales países desde donde llegan las solicitudes de refugio por parte de sus ciudadanos que, de por una u otra razón, sienten que deben escapar por amenazas a su vida o la de sus familiares.

Esos dos países, dan disimiles entre sí, pusieron en jaque a las autoridades de inmigración uruguayas, quienes han visto sus sistemas saturados, al tener que sumar los trámites de esta cantidad de refugiados a las de los miles de inmigrantes de otros países -que no necesariamente han salido por razones políticas- y que se mudan a nuestro país para buscar una mejor vida.

Solamente de Cuba llegaron más de 300 solicitudes de refugio en 2016, que con las peticiones de otros países, pasaron de ser 85 en 2015, a 409 en 2016, según la Comisión para los Refugiados (CORE), aunque solo se concedieron 23.

Entre quienes no accedieron al estatus legal de refugiado existieron tres circunstancias: algunos desistieron de la solicitud, otros no terminaron el proceso y el resto fueron rechazados.

De acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores, en Cuba se ha corrido la voz de que en Uruguay es fácil aprovechar las grietas en el sistema para obtener un estatus de residencia legal.

Trucos al sistema

A los cubanos se les exige tener visa para entrar a Uruguay, por lo que cruzan por la frontera con Brasil de forma ilegal. Una vez en territorio nacional, concurren a las oficinas de la Cancillería de la República, en donde hacen la solicitud oficial de refugio. Por normativa, a una persona que está solicitando en estatus de refugiado no se le puede expulsar del país sin un previo proceso de estudio.

En las entrevistas posteriores, y si se rechaza el refugio, se les informa a las personas que deben tramitar la residencia temporal. Con todo este mecanismo se saltan las exigencias del sistema migratorio, para quedarse en Uruguay, o bien para irse hacia un tercer país.

Escapar de la guerra

En el caso de los inmigrantes sirios, estos vienen escapando de la ya conocida escalada bélica en la región. El tráfico de personas es normal en el país norafricano, pues es a veces la única salida a la lucha de guerrillas terroristas o extremistas por territorios contra el Gobierno o los ejércitos extranjeros de apoyo. En sus costas han fallecido unas 15.000 personas tratando de escapar a Europa en balsas improvisadas. Desde Trípoli y otras ciudades sirias se han dado asilo a varios sirios el año pasado.

Datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) dan cuenta de que Uruguay ha acogido a refugiados de más de 30 países de América Latina, África, Asia y Europa. 

Uruguay es Estado parte de la Convención de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados y de su Protocolo de 1967. También ha ratificado los instrumentos universales más relevantes sobre derechos humanos. El marco legal interno que trata sobre refugiados está establecido por la ley de refugiados N° 18.076, adoptada en 2006. Esta ley crea la Comisión de Refugiados (CORE), encargada de decidir sobre las solicitudes de reconocimiento de la condición de refugiado. La CORE está integrada por representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores, la Dirección Nacional de Migración, la Universidad de la República, un representante del Congreso Nacional, una organización no gubernamental sin fines de lucro y el ACNUR, que participa con voz pero sin voto. Asimismo, Uruguay ha adherido a la Convención de 1954 sobre el Estatuto de los Apátridas y a la Convención de 1961 para Reducir los Casos de Apatridia habiéndose comprometido recientemente a adoptar una ley específica para la protección de las personas apátridas.