Autoridades analizan calidad del agua para determinar causa de mortandad de peces en Montevideo
La Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (DINARA) analiza el agua para determinar la causa de la aparición de peces muertos en especial en las playas Ramírez y Malvín, donde también se constató la presencia de cianobacterias.
La DINARA estudia la aparición de peces muertos en las playas Ramírez y Malvín. Según trascendió se trataría de sábalos, especie de agua dulce muy común en ríos del Uruguay.
El organismo dispone en su página web de un link en el cual se expresa que: “Ante un episodio que haya provocado mortandad visible de peces, se solicita comunicarse telefónicamente con la sede de DINARA al 2 4004689”.
En diciembre de 2015 se produjo una gran mortandad de peces que aparecieron en las costas de Montevideo y Canelones. En aquella instancia se trató de la especie conocida como Lacha, un pez marino que se utiliza para carnada por su bajo valor comercial.
Cianobacterias
Por su parte, la Intendencia de Montevideo volvió a recomendar a la población que concurre a las playas “prestar especial atención a la bandera desplegada por los guardavidas”. En caso de no estar aptas para baños se desplegará la bandera sanitaria, roja con cruz verde en el centro.
Debido a la presencia de “cianobacterias y camalotes”, la aptitud de las aguas costeras para baños “está cambiando frecuentemente tanto en las playas de la zona este como las del oeste”.
En las últimas horas se constató presencia de manchas verdes en las playas Ramírez, Pocitos y Malvín.
El aumento de la temperatura y el agua dulce favorece la proliferación de cianobacterias.
Las floraciones algales, también conocidas como “blooms”, son eventos de multiplicación y acumulación de las microalgas que viven libres en los sistemas acuáticos, o fitoplancton.
Los factores que favorecen el desarrollo de floraciones de cianobacterias también son la “eutrofización” de los sistemas acuáticos debido al incremento de los niveles de nutrientes, principalmente nitrógeno y fósforo.
Ello ocurre por aportes de aguas residuales domésticas o industriales no tratadas, con alto contenido de nitrógeno y fósforo, vertidas directa o indirectamente a los sistemas acuáticos.
Pero también por aportes difusos de aguas provenientes del lavado de suelos de áreas cultivadas y fertilizadas con ambos componentes químicos, de suelos deforestados o de campos con ganadería (ya sea extensiva o tambos) según estudios de la sección Limnología del Instituto de Biología, Facultad de Ciencias de la Universidad de la República.
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