Gobierno aclaró “mitos y verdades” sobre las familias sirias refugiadas en Uruguay

«Las cinco familias sirias que llegaron a Uruguay en 2014, no son las únicas personas refugiadas  en nuestro país. De hecho, a diciembre de 2015 existen 301 personas en dicha situación, de las cuales 44 integran ese primer contingente. Desde su llegada, se fue generando un número importantes de mitos vinculados a estas familias que nos proponemos comenzar a derribar», publicó la Secretaría de Derechos Humanos en su sitio web.

En la publicación de los “mitos y verdades”, el primer punto que se destaca es que el dinero que reciben las familias sirias sí tiene contraprestaciones, al contrario de lo que dicen algunas personas. “Las familias reciben un monto ‘fijo’ y un monto ’rotatorio’, sujeto al cumplimiento de metas (inclusión educativa de niños, niñas y adolescentes, controles de salud al día, etc.)”. Además, se aclara que, en caso de registrarse un hecho de violencia, el cobro del fondo fijo se suspende.

En segundo lugar, el documento sostiene que las personas sirias que viven en Uruguay no viven de lo que el Estado les brinda, sino que todas las familias tienen al menos un integrante mayor de edad que está en actividad laboral. De todas formas, la meta es que todos los integrantes mayores de edad trabajen.

Se aclara también que los trabajadores uruguayos no financian a los sirios con sus impuestos, pues el gasto correspondiente a las transferencias económicas que reciben las familias sirias “es marginal” y representa un “porcentaje ínfimo del Gasto Público”. “La presencia de familias sirias refugiadas en Uruguay no tiene ningún efecto en el monto de impuestos que paga cada trabajador”, agrega.

Por otro lado, informa que el apoyo que el Estado les brinda a las cinco familias sirias se mantiene solo por dos años, uno de los cuales ya se cumplió en octubre de 2015. Además del dinero, las familias reciben acompañamiento técnico y clases de español, y tienen acceso al sistema de salud y educación (como todos los habitantes del país).

No son terroristas: están huyendo del terrorismo

En cuanto al mito de que las familias sirias “amenazan la seguridad de las localidades en las que se instalan”, la Secretaría indica que “son personas comunes, sometidas a la violencia de la guerra y que llegan a nuestro país en busca de la tranquilidad que les fue negada”, y que “no son terroristas: están huyendo del terrorismo”.

Finalmente, la publicación aclara que no es verdad que “familias sirias no han hecho ningún avance significativo desde su arribo y se quieren ir”, sino que ya han hecho “importantes avances, fundamentalmente en materia laboral y educativa, y están en pleno período de inserción en una sociedad que culturalmente les resulta ajena”.

 

Mitos y verdades sobre las familias sirias refugiadas en Uruguay