Esther Pailos: “Queremos una Biblioteca Nacional más abierta y más visible”

¿A 200 años y con las transformaciones tecnológicas de hoy día, la Biblioteca sigue vigente?

Esta más vigente que nunca. Somos la institución cultural más antigua que tiene el Uruguay. La Biblioteca ha seguido los avatares del país. Aquí tenemos la carta de Artigas cuando desde Purificación le dice sí a Larrañaga, también tenemos 80.000 autores uruguayos en un catálogo on line. También tenemos colecciones digitales de fotos, afiches, mapas, etc, y nuestra misión fundamental, es conservar el patrimonio bibliográfico del país. Conjugamos todas las épocas.

La vinculación de las personas con la Biblioteca Nacional es diferente de como ocurría en el pasado. ¿Cómo es ahora?

Las puertas de la Biblioteca ya no están en 18 de Julio sino en la pantalla del dispositivo de cada uno. Para eso tenemos que trabajar mucho. Los usuarios bajaron, en relación a décadas anteriores, porque tienen un acceso a la información de manera diferente. Una transformación muy importante, es que antes la Biblioteca estaba en Montevideo y llegaban de todo el país para visitarnos, y hoy día, a través de la tecnología, pueden entrar a nuestro catálogo y encontrar autores uruguayos que es la mayor parte de lo que tenemos.

¿En qué está el proceso de digitalización?

Lo estamos haciendo más visible. Por ahora ha llevado un proceso de digitalización de fotos; tenemos más de 30.000 procesadas, junto con mapas y afiches. Ahora estamos construyendo colecciones que estarán en la página web en línea para ser vistas.

¿Estamos hablando de cuantos volúmenes?

Por lo menos 1.000.000 de volúmenes, no solo diarios, revistas, folletos sino colecciones como son el archivo literario. Este archivo contiene a la vez, los archivos personales de 144 autores uruguayos. Allí podes encontrar sus manuscritos y sus objetos personales. Aquí tenemos el vestido de novia, los juguetes, las muñecas de la escritora Delmira Agustini. Todo eso es nuestro patrimonio bibliográfico, no solamente los volúmenes.

¿Hay un modelo de biblioteca?

Hay muchos modelos pero no una receta única. En el siglo XXI, lo que tenemos que tener claro, es cuales son las tendencias, estar actualizados al máximo y adaptarlas a las condiciones nuestras. No es una receta única. Para poner un ejemplo: lo que están haciendo en la Biblioteca Nacional de París (Francia) puede adaptarse al Uruguay.  Hoy día, la gente se acerca no solo a pedir libros o a investigar sino a hacer uso del programa de extensión cultural. Actualmente, tenemos problemas de espacio para atender los pedidos que recibimos para usar nuestras salas. Desde conciertos, ensayos generales, presentaciones, congresos, entre otros. En octubre-noviembre, tendremos dos Congresos muy destacados. Uno es el “Congreso Internacional de Antropología Forense”. Los principales expertos estarán aquí. En noviembre se harán las “Jornadas de Bibliotecas Digitales Universitarias”, vendrán de toda América Latina. Estas Jornadas, que siempre se hicieron en Argentina, por primera vez se harán en Uruguay. Este año serán binacionales y se realizarán aquí.

¿Cómo acercar niños y adolescentes a la Biblioteca Nacional?

Los acercamos a través de Convenios con las Escuelas, tenemos visitas a diario de escuelas y liceos. Además, a los niños les mostramos las instalaciones y con los adolescentes nos dedicamos más a enseñarles nuestras herramientas para el acceso a la información. Tenemos un proyecto de inaugurar un “rincón infantil” en la Sala Vaz Ferreira. La idea es que luego de visitar la Biblioteca, vayan a ese lugar. Pondremos  almohadones en el piso y le permitiremos el acceso a todos los libros infantiles que hay en la Biblioteca Nacional para que lleguen a sus manos. Acá tenemos muchísima literatura infantil.

¿Cuáles son sus objetivos para los 5 años de gestión?

Los objetivos están vinculados, con una articulación con las demás unidades ejecutoras del MEC. Es muy importante porque potencia los recursos para todos y también los funcionarios. Sí no fuera por ellos, esto sería un depósito de libros. Necesitamos darle mayor visibilidad. Aquí dentro hay maravillas,  pero hay muchos uruguayos que no las conocen. Viajamos por el mundo y visitamos maravillados muchos lugares y aquí los tenemos al alcance de la mano y no lo sabemos. Abrir las puertas a todo tipo de público, ya lo estamos haciendo con estos programas de extensión, con visitas guiadas, también lo estamos instrumentando para adultos, no solo para niños y jóvenes. Queremos que la gente se adueñe de la Biblioteca, queremos un lugar más accesible, más de la gente.

¿La gente que venía a estudiar a la Biblioteca Nacional, que venía a leer, es un modelo perimido?

Tenemos el que viene como usuario y no usa las herramientas informáticas, principalmente los investigadores. Los que tenemos, el 40% son extranjeros y vienen directamente a buscar lo que no encuentran en otra parte por eso nuestro interés de poner en línea nuestras colecciones digitales. Hace unos dos años, en la Sala José Pedro Varela, inauguramos “la Sala de materiales propios”. No es un lugar para prestar libros, ni para tener  acceso a nuestro acervo, sino que tiene todas las comodidades para estudiar. Esta sala siempre está llena. Estamos en una zona universitaria y principalmente jóvenes del interior, que no tiene donde estudiar, viene aquí. Ahora vamos a poner un lugar de estacionamiento de bicicletas, porque eso es lo que nos reclaman.

La infraestructura, las salas, el cuidado de la infraestructura. ¿Cómo está?

Está en mejores condiciones de las que me esperaba. Se han hecho cambios estructurales muy importantes. Nuestro principal problema, lo tenemos en los depósitos. Estos lugares, tienen un cupo limitado y nuestra colección crece. Tenemos depósito legal, esto significa que todo lo que se edita viene a parar aquí. Ese cupo limitado, hace que nosotros tengamos dificultades para mantener la colección y estamos al tope. También estamos trabajando con el Archivo General de la Nación, para tener un depósito compartido. Ambas instituciones lo necesitamos, para la conservación del papel. Estamos trabajando con el departamento de obras del MEC y MTOP. Nosotros lo que queremos, es guardar el material antiguo que ya no se presta. Y no se presta porque está microfilmado. Tenemos microfilmado todos los diarios del siglo XIX, esto significa que los tenemos guardados en papel libre de ácido para que no se pongan amarillos.

Al que viene y nos pide lo que le prestamos es el material microfilmado, además lo pasamos a objeto digital y esto se lo pueden llevar.

¿La Biblioteca necesita más funcionarios?

Sí, necesitamos más personal. Ahora estamos con el Presupuesto, luego están los concursos, y los llamados. Actualmente contamos con pasantes, que son estudiantes de bibliotecología de la Universidad de la República. Por estos dos años, no habrá contrataciones.

¿Cómo le fue en el Presupuesto?

Nombramos a 3 funcionarios que trabajaron en el Presupuesto. Nos basamos en lo que teníamos y también planteamos nuevos proyectos, entre los que está continuar el proceso de digitalización. Tenemos muchos convenios nacionales e internacionales que refuerzan nuestro presupuesto. Lo presentamos y ya está en el Parlamento y por ahora no hemos tenido ningún tipo de recorte.

¿Cómo serán los festejos por los 200 años?

Habrá conferencias, ciclos de poesía, aspectos lúdicos. Queremos hacer actividades diferentes. Cuando el aniversario de la Biblioteca Nacional, hicimos una visita guiada con un grupo de teatro. Este grupo representó la historia de la Biblioteca y lo hizo con mucho humor. Haremos un torneo de ajedrez (ya hay 200 participantes inscriptos), haremos una exposición sobre el ajedrez, concursos de pinturas sobre el ajedrez en las escalinatas de la Biblioteca. Nos estamos integrando a la movida de la calle Tristán Narvaja. Allí hay una comisión permanente, que trabaja para que algunos días de la semana sea peatonal, que las librerías saquen sus libros a la vereda y además organizarán actividades artísticas. La idea es una Biblioteca Nacional más abierta y más visible.