Uruguay sería el primer país en ratificar el Tratado de Marrakech para acceso de libros a personas ciegas
La aprobación del Tratado de Marrakech, que se encuentra en el Parlamento, garantizará el acceso de las personas no videntes a derechos tales como: la educación, información e inclusión social.
El tratado fue firmado en junio de 2013 por 50 países, entre los cuales está Uruguay, en el marco de la Conferencia Diplomática realizada por la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI), en Marrakech, Marruecos.
El objetivo del convenio es “facilitar el acercamiento de las personas ciegas, con discapacidad visual o con otras dificultades a la reproducción en otros formatos, como el digital, archivo de audio o publicación en Braille de la producción mundial de impresos, a través de excepciones en el pago de los derechos de autor”.
Asimismo, el acuerdo requiere que los países que lo ratifiquen tengan excepciones a las leyes nacionales de derechos de autor a favor de los discapacitados visuales y de quienes tengan dificultades para acceder al texto impreso ordinario.
También elimina las barreras aduaneras y arancelarias, y permite el envío de las obras en formato accesible entre entidades autorizadas y/o a personas discapacitadas visuales.
Las obras amparadas por el tratado son: Literarias y artísticas en forma de texto, notación y /o ilustraciones relacionadas, que se hayan hecho públicas por otros medios, libros, periódicos, revistas, y otros textos similares, así como partituras musicales. Pero excluye películas.
Favorece a la sociedad en su conjunto
El ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich, expresó que la calidad de la sociedad “se mide por la posibilidad que tiene cada persona de acceder a sus derechos”.
Dijo que el tratado “no solo beneficiará a una minoría que presenta estas discapacidades, sino que favorecerá a la sociedad en su conjunto”.
El secretario de Estado destacó la necesidad de “seguir avanzando en este tema para generar más regulaciones y nuevas normas que favorezcan a las personas con discapacidades visuales”.
Las personas con discapacidad visual solo pueden acceder al 1% de los libros publicados en el mundo.
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