Marihuana: Poder Ejecutivo insiste en venta estatal además de autocultivo
El proyecto para la regulación del mercado de la marihuana ahora parece tendrá dos líneas de producción distinta del canabis, según aseguran fuentes vinculadas al Ejecutivo que en principio autorizará el autocultivo, pero sin apartarse de la idea que el Estado produzca y venda el estupefaciente.
En la última semana los legisladores de la bancada frenteamplista habían coincidido en pasar a una nueva fase de discusión en el tema, donde el autocultivo y la formación de clubes para consumir marihuana, era la línea dominante: incluso se hablaba ya que la idea primigenia de que el Estado produjera y controlara había quedado atrás.
Desde el Poder Ejecutivo, se reafirmó en las últimas horas esta última concepción y si bien se entiende accesible que quienes lo deseen puedan autocultivar para su consumo así como asociarse a clubes de marihuana, el Estado debe estar presente en los ámbitos de producción y comercialización.
Desde la cúpula del gobierno se abre ahora una puerta de negociación para este aspecto en particular con la bancada oficialista, en tanto se pretende mantener los objetivos de regular el mercado de marihuana y combatir al narcotráfico y no simplemente dar mayores libertades para el consumo.
Los clubes ya están funcionando en Montevideo
Entre los temas que aparecen como menos estudiados está la formación de clubes de consumo de canabis, que se asemejarían a los que existen en Holanda, por ejemplo, lugares donde la gente puede concurrir a fumar libremente. En Uruguay se pretende algo bastante más complejo, que implica para los asociados, unirse a fin de que se adquieran las mejores semillas, cepas y plantas, incluso en el extranjero, con las que alcanzar una “cosecha” que le permita a la persona tener un acopio personal de marihuana.
El sistema es más una cooperativa de producción agraria –si se quiere- que un club social, en el sentido convencional de la expresión. Desde los sectores involucrados se afirma que ya hay “clubes” de este tipo funcionando en Montevideo, aún cuando enfrentan el temor que la policía allane los lugares de cultivo.
También se refiere que aún cuando no haya medidas procesales contra los detenidos, las plantas quedan siempre en poder del Ministerio del Interior, y no de sus cultivadores.
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