Jueza Mota: “obstaculizan investigaciones” de “archivos militares ocultos”
La jueza Mariana Mota que en la jornada asume como magistrada Civil, después de haber sido trasladada del juzgado Penal en que venía trabajando principalmente sobre los casos de los militares torturadores y sus víctimas, afirmó que no se está haciendo pesar la independencia del Poder Judicial y que no solo se están “obstaculizando las investigaciones”, sino que se ampara a los “archivos militares ocultos”.
Mota entiende que su cambio de la órbita Penal a la Civil, complica las investigaciones en tanto su sucesor “hereda” unas 50 causas con un promedio de 600 fojas cada una, así como los archivos digitalizados “de los tribunales militares en cada caso”.
Para Mota se está perdiendo la independencia del Poder Judicial, lo que quedó en evidencia tanto en la prohibición con que los militares impiden sacar fotos durante procedimientos judiciales que se cumplen en predios donde podría haber enterrados restos de detenidos desaparecidos, como el más reciente caso del avión de First Class, donde el ministro Fernández Huidobro se opuso a continuar la investigación judicial.
“Ahí correspondía que el Poder Judicial saliera a defender su independencia y señalara con claridad que se debía cumplir con la orden que había impartido la jueza, pero yo no sentí nada de eso” dijo Mota en declaraciones que recoge el semanario Brecha.
La omisión de la Corte por desapariciones forzadas
Para la jueza la declaración de 50 casos en investigación como crímenes de lesa humanidad, y por ende inamnistiables e imprescriptibles, es una decisión que la Suprema Corte, “ha ido evitando” sin conocerse las razones de fondo. “Después de una excelente sentencia de inconstitucionalidad de la ley de caducidad, solo rescato el voto discorde del exministro Leslie van Rompaey, el único que dijo que se puede aplicar la figura de la desaparición forzada en estos casos”, enfatizó la jueza.
Uruguay pasa a quedar así “muy atrás en la jurisprudencia latinoamericana de derechos humanos”, según entiende la magistrada, incluso peor que Bolivia, Paraguay o Argentina, donde se han “acompasado a la evolución internacional, pero no Uruguay”.
Finalmente Mota explicó que su pase a la Justicia Civil le implica todo un cambio de metas, en tanto se había especializado en “derechos humanos vinculados con lo penal, algo que la Suprema Corte de Justicia no promueve” con lo que ahora, deberá “empezar otra vez”.
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