Reciben más información sobre posible “cementerio clandestino” en el Batallón de Paracaidistas N° 14 de Toledo

Mientras tanto comenzaron ya las pericias de ADN en laboratorio, para determinar la identidad del último cuerpo hallado, que se espera esclarecer en abril próximo.

A nivel de los antropólogos existe reserva completa y no ha sido posible confirmar o desmentir la afirmación del senador colorado Pedro Bordaberry quien dice haber sido llamado de Presidencia para asegurarle que era el cuerpo “de una mujer”.

El jefe de los antropólogos, José López Mazz reconoció no obstante que “posiblemente” el descubrimiento de estos nuevos restos, en el mismo Batallón de Paracaidistas N° 14 de Toledo, avale la hipótesis del “cementerio clandestino”.

López Mazz dijo que este hallazgo –cercano adonde apareció el cuerpo del maestro Julio Castro- avala la posibilidad de estar ante “Arlington”, un cementerio clandestino de la dictadura que aparece en varios informes de militares confesos.

“Esta zona es importante y posiblemente sea el cementerio clandestino del cual hablaban los represores”, dijo López Mass.

El cementerio podría haber sido levantado, durante la Operación Zanahoria, pero aunque hay insistentes versiones que en el lugar trabajó maquinaria de excavación militar a fines de la dictadura, “nos interesaba encontrar restos residuales o cuerpos que se les hubieran escapado”, dijo el antropólogos. Hasta ahora se recuperaron dos cuerpos completos.

Patrones similares

López Mass dijo que los dos cuerpos hallados “tienen el mismo patrón de enterramiento”, en fosas de un metro de profundidad excavadas en la piedra y a unos 50 metros de distancia. Los cuerpos fueron echados boca abajo y cubiertos con cal para acelerar la descomposición.

El especialista no abrió ninguna conjetura ni sobre el sexo ni sobre otros datos antropométricos del último de los cuerpos hallados.