Alerta meteorológica y turística para febrero: subirá la temperatura y caerá la cantidad de turistas
Las condiciones veraniegas se mantendrán por supuesto, y aunque todo indica que a mitad de esta semana la temperatura caerá –hay posibilidad de chaparrones y lluvias- pasado el miércoles todo apunta a que el sol brille como hasta ahora.
La temporada continúa fluyendo y las primeras evaluaciones de enero son disímiles entre la versión oficial y la de los operadores turísticos: febrero se perfila como un mes de recambio dificultoso, a lo largo de la costa.
Las reservas son hasta un 30% menos que para el primer mes del año en Punta del Este, y bastante menos en Rocha y Canelones, aunque en cifras todavía fluctuantes.
Lo que nadie duda es que el bolsillo de los turistas, extranjeros y naciones, que recorran las playas de aquí en más, será bastante más exiguo que el del turismo en enero.
Los precios ya comienzan una tendencia a la baja, principalmente en los alquileres de última hora, aunque su precio “de fondo” se conocerá recién sobre fines de la semana.
En la Península se habla de caídas de hasta el 40% en el precio de los arrendamientos, pero tampoco parece ser la norma. En Rocha, la caída sí está en ese orden, algo similar a la Costa de Oro de Canelones.
Más turistas
A nivel oficial, enero fue un mes superior al similar de 2011, con hasta un 20% más de turistas argentinos ingresados. No obstante estos mismos turistas gastaron bastante menos que el año pasado, a tener en cuenta la visión de todos los operadores comerciales.
Desde los distintos centros de atracción, el informe de población flotante muestra que Rocha sigue acumulando preferencias y hubo una literal “saturación” de los puntos más en boga: Aguas Dulces, Valizas, Cabo Polonio, La Pedrera y Punta del Diablo.
Las terminales de Maldonado no fueron menos, pero su número de visitantes parece estable y sin incrementos significativos. Canelones también ha vivido un “cuarto de hora” importante, en tanto se considera que hubo un mayor flujo de turistas uruguayos a la costa canaria, pero de permanencia en el lugar menor a los 15 días.
Todo apunta ahora a fines de semana trabajando “a full”, con intermedios de muy baja ocupación. Asimismo, la hotelería de primer nivel, así como los arrendamientos suntuosos, dejando paso a posadas, albergues y campings, así como a alquileres de mediano porte.
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